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domingo, 27 de junio de 2010

Túneles y chilenas en África (14)

LOS MISMOS CON LAS MISMAS
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Mi abuela solía decir que en las fiestas, sin importar dónde fueran, al final sólo se quedaban todos los mayores y un metido. Y en el fútbol mundial pasa lo mismo. Los resultados de los encuentros jugados hasta el momento en los octavos de final de Sudáfrica 2010 demuestran que, salvo la gran decepción y la gran sorpresa, las citas de cada cuatrienio no cambian en nada y, generalmente, a la fiesta final llegan los mismos con las mismas.

La fórmula es la siguiente: dos de los habituales campeones siempre están en la jugada hasta el final o un poquitico antes, junto a otro de los grandes, sea un suramericano o se trate de un europeo. Además, otro u otros dos de los grandes decepcionan y son eliminados en primera ronda. Uno de ellos es reemplazado por la sorpresa del mundial, que puede ser un equipo africano, un asiático o uno de la antigua cortina de hierro.

Razón tenía el goleador inglés Gary Lineker cuando afirmó que el futbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once detrás de un balón y, al final, siempre gana Alemania. Sin importar el craso error de los jueces al invalidar un gol legítimo de Inglaterra frente a los alemanes, el resultado muestra que, como siempre, la música de Wolfgang Amadeus Mozart se escuchará en el baile final, cuando sólo queden dos parejas. Aunque en esta ocasión le tocará bailar con una de las más feas, Argentina, un equipo en el que todos seguimos esperando los pasos de Lionel Messi mientras Carlos Tévez se sigue bailando a las defensas contrarias. Habrá que esperar unos días para saber quién gana en esta oportunidad, el tango o la música clásica.

Por el otro lado, aún sin jugarse los partidos de estos octavos, estoy convencido de que la samba estará presente una vez más en la fiesta final. Aunque han cambiado un poco su forma de bailar, los dirigidos por Dunga siempre demuestran en la cancha por qué son los más ganadores en la historia de los mundiales y por qué sus “garotos” son los más admirados y apetecidos. Brasil es Brasil decimos los suramericanos para justificar cuando le hacemos fuerza al scratch.

La sorpresa de Sudádrica 2010 puede ser Ghana, el único conjunto africano que avanzó hasta octavos de final y que muestra un fútbol alegre que ha venido de menos a más. O tal vez Japón, equipo que está mostrando y demostrando los grandes progresos del fútbol asiático y que hace que el mundo comience a mirar con más respeto a los futbolistas ojirasgados. En muy poco tiempo sabremos si se bailará la danza klama Ghanesa o el baile odori japonés. (Aunque ojalá se atravesara por ahí una contradanza paraguaya)

Lo anterior depende de que España, otro grande de Europa, compre o no tiquete para la fiesta final. Dependerá de que pueda recordar los pasos que lo llevaron a bailar con imponencia su pasodoble en la pasada Eurocopa.

Mejor dicho, como van las cosas es casi seguro que no habrá muchos cambios de pareja en la fiesta del 11 de julio. En otras palabras, que, como siempre, la invitación será personal e intransferible.

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