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miércoles, 30 de junio de 2010

Túneles y chilenas en África (17)

BALANCE PARCIAL
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Como los novios intensos, que con sólo 15 días de relación ya necesitan hacer balance, es el momento de analizar con calma lo sucedido en estas dos semanas de mundial. Para eso sirven también estos dos días de descanso, para hacer un primer balance de lo sucedido hasta el momento. Y aunque parezca muy prematuro porque faltan aún ocho partidos en los que cualquier cosa puede suceder, creo que es posible destacar algunas situaciones y personas del evento que paraliza al planeta cada cuatro años. No sé si muchos estén de acuerdo con lo siguiente:

1. La gran decepción del mundial como equipo: Francia.

2. La gran decepción del mundial como jugador: Cristiano Ronaldo

3. El equipo revelación: Uruguay

4. El jugador revelación: Mesut Ozil de Alemania

5. El técnico revelación: El tata Martino de Paraguay

6. La cifra: 3.200 millones de pesos que dejará en ganancias el mundial.

7. El gran escándalo: los errores arbitrales

8. El mejor partido: Italia contra Eslovenia

9. El peor partido: son tantos…

10. El mejor gol: el de Tévez a Méjico

11. El gol más tonto: el que se hizo el portero de Inglaterra Robert Green, frente a los Estados Unidos.

12. La gran goleada: Portugal 7 – Corea del Norte 0

13. La mejor jugada: la de Luis Fabiano para el gol contra Costa de Marfil (con mano y todo)

14. El gran robo del mundial: el gol de Lampard contra Alemania, que fue validado.

15. La gran enseñanza: la necesidad de usar la tecnología en el fútbol.

16. El mejor equipo: Brasil

17. La mujer del mundial: Shakira

18. La esperanza del mundial: una final entre Brasil y Argentina

19. El número del mundial: El 11 número mágico que representa el balón llamado Jabulani. Además, son 11 jugadores por equipo, 11 colores que hay en el esférico, 11 diferentes lenguajes, 11 comunidades en Sudáfrica en total. Este balón empezó a rodar el 11 de Junio y finalizará el 11 de Julio.

20. Los mejores comerciales del mundial: los de Davivienda

21. Lo más curioso del mundial: las vuvucelas

22. Lo que esperamos del mundial: FÚTBOL, SÓLO FÚTBOL…

El mundial desde la casa (20)

METER LA MANO Y METER LA PATA
Por Jhon Jaime Osorio

Meter la mano y meter la pata son acciones diferentes. La mano se le mete a los problemas, a las situaciones difíciles; se hace para ayudar, para empujar, para arreglar lo que está mal. La pata se mete para arruinar algo y la mayoría de las veces esta acción ocurre por ingenuidad, por ignorancia o por acaloramiento. Hoy el presidente de Nigeria, Goodluck Ebele Jonathan, habló sobre fútbol y metió las dos en un mismo acto.

La Selección de Nigeria quedó eliminada del mundial en la primera fase. Cayó 1-0 ante Argentina, 2-1 frente a Grecia y empató 2-2 con Corea del Sur. En su grupo fue colera, apenas con un punto de nueve posibles. La pobre actuación de la selección generó la determinación del mandatario de no participar en ninguna competición oficial durante dos años, según su portavoz, para “reorganizarse y abordar el futuro de forma diferente”. Según la declaración oficial, el gobierno ordenará una auditoría para determinar la forma en que los fondos girados a la selección nacional durante el Mundial fueron utilizados. Dijo además, que la decisión será notificada por escrito a la FIFA. En este caso, el presidente le metió la mano a la selección de su país.

Ahora viene la metida de pata. El presidente de Nigeria no tuvo en cuenta al tomar esta decisión que desde su creación, la FIFA, ha sido un organismo independiente, que no permite la intervención de los gobiernos en el fútbol. Esa es precisamente una de las grandes fortalezas de este organismo, que rechaza la injerencia política en las Federaciones de fútbol, no las tolera, y en las ocasiones en que se han presentado, ha sancionado a los países con la exclusión de sus torneos. Así las cosas, el presidente nigeriano metió las pata; pues seguramente no serán dos los años que su selección esté por fuera de torneos de la FIFA sino muchos más.

Esta semana, a raíz de algunas versiones de la prensa, sobre posibles posiciones del gobierno de Francia frente al fracaso del seleccionado galo, el mismo presidente de la FIFA, Joseph Blatter, señaló enfático que en caso de intervención del gobierno, “la FIFA intervendrá, sin importar la talla del país". Si eso lo dijo haciendo referencia a un campeón del mundo, a un país de la élite del fútbol, qué se puede esperar en el caso de un país tercermundista como Nigeria.

Jonathan le metió la mano a la Selección de su país y metió la pata ante la FIFA. Suena a contrasentido, y lo es. La FIFA es una dictadura, impone su criterio y su poder. Nigeria es una República Federal Constitucional y su presidente está tratando de acabar con toda la corrupción que hay. El presidente de cualquier nación es su máximo representante, y a él, como a toda su nación, le compete lo que ocurra con su seleccionado. Jonathan está decepcionado, como está su pueblo, al punto, que el tema de la eliminación de las denominadas “águilas verdes” será llevado al parlamento.

Las selecciones nacionales llevan el nombre, usan la bandera, el escudo y cantan el himno de su respectivo país. Son su representación. Ese es el gran negocio de la FIFA, la identidad que generan. Entonces ¿por qué no pueden ser tomadas como un asunto del país?

martes, 29 de junio de 2010

El mundial desde la casa (19)

OCHO ASPIRANTES PARA UNA SOLA CORONA
Por Jhon Jaime Osorio

España sacó a Portugal, Cristiano Ronaldo demostró nuevamente que es un jugador de club y no de selección, Eduardo se fue con un solo gol encajado y el asturiano Villa volvió a justificar los 40 millones de euros que recién pagó el Barcelona por su pase. Así se cerraron los octavos de final del mundial y desde hoy el tema son los sueños de unos y las pesadillas de otros de cara a la definición del título.

A Argentina, Alemania y Brasil sólo les sirve ser campeones. En sus países, la prensa presiona, los técnicos son cuestionados, las nóminas nunca son ideales y los cambios no son acertados. Los tres equipos están enseñados a este tipo de presiones, pero como sólo uno puede ganar, habrá dos naciones con crisis al final de Sudáfrica 2010; o antes. Futbolísticamente son los tres equipos que más han llenado la retina. Los tres tienen un goleador en buen momento, han crecido colectivamente con el transcurrir del torneo, se los ochos clasificados son los tres equipos más goleadores y hasta hoy muestran equilibrio entre defensa y ataque pues los tres han encajado de a dos goles. Como Argentina y Alemania definen un semifinalista, el drama en uno de los países de los grandes está garantizado.

Holanda y España luchan contra la historia. Los de los Países Bajos han sido dos veces subcampeones del mundo con un fútbol mucho más interesante que el de este año, pero no han ganado; y eso pesa. Igual ocurre con los españoles, que apenas exhiben un cuarto lugar como mayor logro en los certámenes orbitales. A estos dos, la historia cada día los oprime más. Gracias al sorteo, Holanda ha tenido un camino fácil y España ha sufrido más. Holanda tiene un reto grande pues enfrenta a Brasil, mientras que España tiene un hueso duro con Paraguay, pues es aparentemente el más débil de los ocho que van por el título, y una caída ante ellos sería agregarle un capítulo más a su historial de fracasos.

Paraguay y Ghana ya cumplieron. Hicieron historia logrando literalmente “con la uñas” llegar a los ocho mejores del mundial. Cualquier cosa que hagan (y podría ser mucho lo que hicieran) es ganancia. Ghana tiene la motivación de la localía continental, elemento motivacional adicional. Paraguay le apuesta al orden y a la táctica y podría ser el gran palo en semifinales. Y Uruguay… bien gracias. Quieren reeditar su historia. Fueron campeones en el 30 y en el 50, pero desde entonces no logran hazañas. Están en la llave más equilibrada de las cuatro de esta fase y llegar a semifinales es ahora su objetivo.

Son ocho aspirantes para una sola corona. El traje de gala solo se lo hemos visto puesto a Brasil contra Chile, a Alemania contra Inglaterra y a Argentina por momentos en cada partido. Los demás han tenido el traje de calle, muy bien encajado en Uruguay y Ghana.

Si es por fútbol: Argentina o Alemania (se enfrentan), Brasil y España. Si es por orden táctico y disciplina en la cancha, Paraguay y Uruguay. Si es por tener las energías reguladas, Holanda. Si es por velocidad y fuerza, Ghana gana. Si es por gusto personal, Alemania y Brasil.

Túneles y chilenas en África (16)

BLATTER, SIN QUERER QUERIENDO
Pro Diego Alonso Sánchez Sánchez

“Después de ojo sacado, no hay Santa Lucía que valga” decían las abuelas colombianas, para expresar que de nada sirve las disculpas después de que uno ha metido la pata hasta el fondo. Y ese refrán aplica perfectamente a las disculpas ofrecidas por el Presidente de la FIFA, Joseph Blatter, después de lo sucedido con Inglaterra y Méjico.

El Presidente de la FIFA tiene gran responsabilidad en lo sucedido toda vez que, por testarudo, a un mundial mediocre, de pocos goles y escasas figuras se le adicionan errores que pudieron haberse evitado si él no tuviera un pensamiento tan retrógrado.

¿De qué sirven las disculpas si ambas selecciones ya están en sus países preparándose para ver los cuartos de final por televisión? Como diría algún desconocido, “el perdón y el olvido son la armadura que te protegen de las bajezas del destino”. Y el destino de los ingleses y los mejicanos se enredó por los crasos errores de los árbitros y por la inconsciencia de quienes dirigen el fútbol mundial, aquellos que no han podido darse cuenta de que el hombre inventó la tecnología para hacer más fácil su vida en todos los campos, incluso en el deportivo.

Sobre el olvido, imposible. ¿Quién puede olvidar que por el error de un árbitro se frustraron las ilusiones de todo un pueblo?, sobre todo después de esperar cuatro años para participar en el evento deportivo de mayor interés mundial. Y no es por llorar sobre la leche derramada, porque nadie sabe a ciencia cierta qué hubiese ocurrido si Inglaterra logra empatarle a Alemania, o si Argentina no logra abrir el marcador en la jugada de Tévez, en fuera de lugar. Lo que sí es cierto es que la historia de ambos partidos cambió gracias a los errores arbitrales, así hayan sido, como dice el Chavo del ocho, sin querer queriendo.

Y se equivoca el señor Blatter si cree en aquello de que de los arrepentidos es el reino de los cielos. Mejor dicho, que el que peca y reza empata. Es obvio que, después de lo sucedido, deba reconocer la urgencia de revisar el tema de la tecnología y su utilidad en un deporte como el fútbol. Ése es un primer peldaño para expiar las culpas, pero no se puede dar el lujo dar pasos de paquidérmico como lo ha hecho en los últimos años, mientras el mundio avanza a la velocidad de la luz.

Ñapa: a propósito de Blatter, que ni se le ocurra pensar en reducirle un cupo a Suramérica para el próximo mundial, el de Brasil. Con lo mostrado hasta el momento por los equipos de este continente, es mejor el toque - toque, aunque de aquello nada, que el fútbol insípido y mecánico de los europeos. Cuatro conjuntos de este lado del charco entre los 8 mejores del mundo lo confirman.

lunes, 28 de junio de 2010

Túneles y chilenas en África (15)

BAILE MUNDIAL
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Hoy comprendí porque uno de mis grandes sueños es conocer Río de Janeiro. Y no París, ni Venecia, ni Roma, ni Hamburgo. Y entendí por qué jamás me ha desvelado el sueño americano. Es por el fútbol, más exactamente por la selección brasilera; verla jugar con el arte que lo hizo ante Chile seduce, provoca y atrae cual garota sensual en carnaval.

Creo que un viaje a Brasil se justificaría sólo por el hecho de ver el talento silvestre de esos niños que hacen malabares en las playas de Ia más grande nación suramericana. Verdadera música con el balón como la que interpretaron Robinho, Ramírez, kaká, Luis Fabiano y toda esa banda verde-amarela, con partituras que parecen creadas por la grandiosa imaginación de Toquinho e interpretadas con la maravillosa voz de Roberto Carlos.

En los tres primeros partidos los brasileros ya habían mostrado destellos de su Samba maravillosa, pero frente a los australes el baile fue completo. Quizás no se trató del fútbol romántico de décadas anteriores, que era una interpretación “redonda” de los mejores boleros de Miltinho, pero sí aparecieron los pases profundos y perfectos, como las letras de Chico Buarque.

Fue cuestión de tiempo, de calentar la primera media hora para luego menearse a placer, al mejor estilo rítmico de las canciones de Nelson Ned. Después vino el concierto completo, la serenata que terminó con las aspiraciones de un conjunto austral que se equivocó al pensar que la tercera era la vencida.

No. Con esta selección brasilera de Sudáfrica no hay oportunidad, si tratas de seguirle el ritmo, te hace dar vueltas detrás del balón hasta marearte y tirarte al piso. Y si tratas de imponerle el paso te cambia la canción hasta hacerte equivocar para pisotearte. Porque, en el fútbol, no dejar bailar al otro es también imponerle tu gusto musical.

Y como a nadie pueden quitarle lo balilao, creo que la Samba será la melodía de fondo en la gran final. Obviamente que, para lograrlo, deberá primero imponerse a ritmos como el vals o el tango, quizás el pasodoble. Pero cuando uno tiene una orquesta como Brasil es muy fácil pensar en erigirse como el rey de la fiesta por sexta ocasión.

En fin, espero y quiero disfrutar del jogo bonitode Brasil, así no sea en Río de Janeiro sino en Johannesburgo.

El mundial desde la casa (18)

BRASIL IN CRESCENDO
Por Jhon Jaime Osorio

En música, el crescendo es un aumento gradual de la intensidad con que se ejecutan un sonido o un pasaje. En fútbol, el crescendo es lo que está haciendo Brasil en el mundial. Partido tras partido, el pentacampeón va mostrando una intensidad mayor en su fútbol, no tanta como para hablar del mágico Brasil del 70, pero no tan poca como para descartar la posibilidad de que en Sudáfrica tengamos hexacampeón.

El fútbol de Brasil todavía no llena, no deleita y no satisface. Por ahora, el equipo carioca solo nos regala destellos de fútbol, partido tras partido; pero gana y poco a poco crece. Hoy ante Chile dejó una buena impresión, lo que no pudo hacer hace quince días ante Corea. Hoy mostró la ambición que no tuvo ante Portugal y tuvo la efectividad que le faltó ante Costa de Marfil. El Kaká de hoy fue colectivo, aunque no brillante, pero encajó en el equipo. El Brasil de hoy hizo méritos para estar en la pequeña baraja de candidatos al título.

Brasil está enseñado a ser favorito. El fútbol es su esencia. Estar entre los ocho mejores del mundo no es nada nuevo para ellos. Aspirar al título es su único objetivo en todos los mundiales. Los números hablan solos: la de Sudáfrica es la quinta vez consecutiva, y la decimosexta en 19 mundiales, que Brasil queda entre los ocho mejores de un Campeonato Mundial.

De jogo bonito hemos visto varias pinceladas; pero todavía el scracht no nos termina la obra de arte. De fútbol contundente hoy nos regaló una degustación. De solvencia defensiva nos ha dictado cátedra todo el mundial. No cabe duda de que Julio Cesar es el mejor arquero del mundial; de que Lucio y Juan son la pareja de centrales que mejor se complementan en los equipos participantes; de que Maicon es el mejor lateral del mundo y de que Robinho y Luis Fabiano son la mejor dupla ofensiva en competencia. Poco a poco, lentamente, Brasil va tomando la ruta de equipo grande; y lo hace logrando los resultados.

Hoy Brasil fue convincente porque recuperó su estilo histórico, volvió a su esencia de hacer circular el balón, de tenerlo y entretenerlo para hacer daño con él. Vimos la mejor versión de la canarinha en sus cuatro encuentros en Sudáfrica. La verdad, no pareció un equipo dirigido por Dunga.

Túneles y chilenas en África (15)

FIFA MEDIEVAL
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez

El nombre de esta columna me lo dio un amigo esta mañana, cuando discutíamos y tratábamos de adivinar lo que hubiese sucedido si a Inglaterra le convalidan el gol legítimo de Lampard contra Alemania, y si a Argentina le hubieran anulado el primer gol de Tévez, en claro fuera de lugar. Y no es que estuviéramos jugando a las pitonisas, sino que ambos errores arbitrales, que cambiaron radicalmente el rumbo de los partidos, podrían haberse evitado si la FIFA por fin toma la decisión de aceptar que la tecnología puede aportarle al espectáculo del fútbol.

La discusión ahora no es si les dan el ácido a Larrionda y Rosetti y los devuelven cuanto antes para sus países, sino cómo evitar este tipo de yerros, por demás normales porque los árbitros son humanos. Es arcaico, de la época mediaval y totalmente inaceptable y fuera de contexto el argumento que esgrime la máxima rectora del fútbol mundial de que el uso de las tecnologías le quita lo humano a este deporte. Una cosa es que el error lo cometa un delantero que se coma un gol cantado o un arquero que acuda a la voladora de la guanábana y se haga un gol tonto, y otra muy diferente es que un tercero, sin quererlo como sucede generalmente, con una decisión errada acabe en un segundo errada con el trabajo planificado de un equipo y hasta con las ilusiones de todo un pueblo. Al fin y al cabo, el jugador hace parte del juego y su labor está dominada por la pericia que tenga para desarrollarlo. Por el contrario, el juez está en la cancha para garantizar que el juego sea lo más correcto posible, y si para eso debe acudir a tecnologías que le permitan hacer mejor su trabajo, ¿cuál es el problema? ¿Acaso no sucede en otros deportes como el tenis, en el que los jugadores pueden solicitar al juez ver la repetición de una jugada para saber si la bola cayó dentro o fuera del campo?

Es hora de que la FIFA se modernice y piense en el bien del espectáculo. Sin en mundiales anteriores se ha acudido al video para sancionar a jugadores por situaciones violentas que el central no vio oportunamente, por qué no pensar, por ejemplo, en instalar chips en los balones o en la propia cancha que permitan saber si un balón traspasó o no la línea de gol? Serían unos segundos de más, en aras de la justicia.

Además, si recientemente se tomó la decisión de modificar los balones con el objetivo de mejorar el espectáculo haciéndolos más livianos y de esa forma más difíciles de dominar para los porteros, ¿por qué no pensar que la tecnología sirve también para controlar ciertos errores humanos que desdicen del espectáculo? Es más frustrante para un hincha saber que su equipo perdió por una mala decisión arbitral que por la mala puntería de uno de los delanteros de su equipo. Además, con seguridad que induce más a la violencia el error arbitral que el del jugador.

Así que, si la FIFA no se moderniza a la par con la tecnología, seguiremos viendo en los mundiales a muchos equipos con 10 jugadores colgados de los palos de su propia portería y esperando a que la defensa de su rival o el árbitro se equivoquen… tal como ha sucedido en varios encuentros de Sudáfrica 2010.

domingo, 27 de junio de 2010

El mundial desde la casa (17)

EL ÁRBITRO, LA HUMANA IMPERFECCIÓN DEL FÚBTOL
Por Jhon Jaime Osorio

Hoy se celebró en Colombia el día del padre, pero ningún papá tuvo tantas menciones y ninguno fue tan recordado como las mamás de los señores Larrionda en Uruguay y Rosetti en Italia. El escándalo en Sudáfrica había sido por cuenta del famoso balón Jabulani, de las declaraciones de Maradona, de las inofensivas y sonoras vuvucelas y de las pataletas de los franceses; pero hoy la gran polémica del fútbol volvió a su detonante natural: los árbitros.

El gol que no le otorgaron a Inglaterra era gol legítimo de Lampard y el de Tévez fue en claro fuera de lugar. En ambos casos, el asunto no es de apreciación; son crasos errores de las ternas arbitrales. Tanto ingleses como mexicanos se vieron tan afectados que no pudieron superar el trauma de la decisión. Conclusión: el hombre de negro incidió en el marcador.

En el fútbol, el árbitro siempre estará estigmatizado. Representa la autoridad y corre más que cualquiera de los 22 jugadores, porque está obligado a hacerlo. Sus decisiones siempre serán injustas, imprecisas, parcializadas, acomodadas o equivocadas. Nunca sacará un 10 perfecto en calificación. Es la excusa perfecta para un mal resultado. No es casual que siempre vista de luto. Es un ser con una gran responsabilidad, un componente vital del juego; pero es un actor subjetivo y por eso siempre será cuestionado y se convertirá en el ser más vulnerable en la cancha. Es “arbitrario por definición” dijo alguna vez Eduardo Galeano.

El árbitro siempre será el antihéroe del fútbol. No es un ser divino, es un humano, como usted o como yo, y como tal, se equivoca. Hoy Larrionda es odiado en Inglaterra y Rosetti en México. La pregunta es si Larrionda y Rosetti, por vestir de negro, por ser los jueces designados, por representar la autoridad y por tener un pito, tienen el derecho de jugar con la ilusión de un país o de un continente completo. Yo creo que no debería ser así; pero gracias a la FIFA lo es.

La FIFA le sigue apostando al error humano. Un chip en el balón y en la línea de meta podría haber evitado la desilusión británica. La tecnología es un invento del hombre para desarrollarse, ¿Por qué la FIFA le dice que no? Si uno piensa mal, podría decir que es para seguir “manejando” el espectáculo; si uno piensa bien, podría afirmar que lo hace porque la real gracia del fútbol está en esa imperfección.

Túneles y chilenas en África (14)

LOS MISMOS CON LAS MISMAS
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Mi abuela solía decir que en las fiestas, sin importar dónde fueran, al final sólo se quedaban todos los mayores y un metido. Y en el fútbol mundial pasa lo mismo. Los resultados de los encuentros jugados hasta el momento en los octavos de final de Sudáfrica 2010 demuestran que, salvo la gran decepción y la gran sorpresa, las citas de cada cuatrienio no cambian en nada y, generalmente, a la fiesta final llegan los mismos con las mismas.

La fórmula es la siguiente: dos de los habituales campeones siempre están en la jugada hasta el final o un poquitico antes, junto a otro de los grandes, sea un suramericano o se trate de un europeo. Además, otro u otros dos de los grandes decepcionan y son eliminados en primera ronda. Uno de ellos es reemplazado por la sorpresa del mundial, que puede ser un equipo africano, un asiático o uno de la antigua cortina de hierro.

Razón tenía el goleador inglés Gary Lineker cuando afirmó que el futbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once detrás de un balón y, al final, siempre gana Alemania. Sin importar el craso error de los jueces al invalidar un gol legítimo de Inglaterra frente a los alemanes, el resultado muestra que, como siempre, la música de Wolfgang Amadeus Mozart se escuchará en el baile final, cuando sólo queden dos parejas. Aunque en esta ocasión le tocará bailar con una de las más feas, Argentina, un equipo en el que todos seguimos esperando los pasos de Lionel Messi mientras Carlos Tévez se sigue bailando a las defensas contrarias. Habrá que esperar unos días para saber quién gana en esta oportunidad, el tango o la música clásica.

Por el otro lado, aún sin jugarse los partidos de estos octavos, estoy convencido de que la samba estará presente una vez más en la fiesta final. Aunque han cambiado un poco su forma de bailar, los dirigidos por Dunga siempre demuestran en la cancha por qué son los más ganadores en la historia de los mundiales y por qué sus “garotos” son los más admirados y apetecidos. Brasil es Brasil decimos los suramericanos para justificar cuando le hacemos fuerza al scratch.

La sorpresa de Sudádrica 2010 puede ser Ghana, el único conjunto africano que avanzó hasta octavos de final y que muestra un fútbol alegre que ha venido de menos a más. O tal vez Japón, equipo que está mostrando y demostrando los grandes progresos del fútbol asiático y que hace que el mundo comience a mirar con más respeto a los futbolistas ojirasgados. En muy poco tiempo sabremos si se bailará la danza klama Ghanesa o el baile odori japonés. (Aunque ojalá se atravesara por ahí una contradanza paraguaya)

Lo anterior depende de que España, otro grande de Europa, compre o no tiquete para la fiesta final. Dependerá de que pueda recordar los pasos que lo llevaron a bailar con imponencia su pasodoble en la pasada Eurocopa.

Mejor dicho, como van las cosas es casi seguro que no habrá muchos cambios de pareja en la fiesta del 11 de julio. En otras palabras, que, como siempre, la invitación será personal e intransferible.

El mundial desde la casa (16)

UN GANA – GANA LO DE GHANA
Por Jhon Jaime Osorio

El fútbol nos permitió nuevamente ver las desigualdades humanas invertidas en su relación: Ghana, uno de los países más pobres del mundo superó en una cancha de fútbol a Estados Unidos, la gran potencia mundial. Lo hizo en tiempo extra simplemente para que esa felicidad no fuera de 90 sino de 120 minutos. Una lección de alegría y de superación para los países subdesarrollados, o “en vía de desarrollo”, para utilizar el eufemismo de la ONU. Fue momentáneo, pero reivindicó a la pobreza como fuente de alegría.

Ganó Ghana y se ganó por ambos lados: por el del fútbol y por el del mundial. La presencia de un equipo africano entre los ocho mejores del mundo es la mejor noticia que pudo recibir el continente negro como sede del tercer mundial del siglo. La tristeza por la eliminación tempranera de cinco de sus seis representantes había llevado el calor humano de los anfitriones a temperaturas similares a las que han caracterizado climáticamente la realización el certamen orbital, pero ganó Ghana y la temperatura subió.

Ganó el fútbol por varias razones. En primer lugar, por la victoria de un equipo no favorito, lo que refresca un poco y demuestra renovación. En segundo lugar, por el estilo exhibido por los ghaneses: velocidad, fuerza y técnica; sobre todo esto último, luego de que durante dos semanas se criticara la falta de consistencia táctica del fútbol aficano. En tercer lugar, por la victoria de un equipo que en preparación no se gastó el 10% de lo que invirtió su rival. Una vez más se demostró que el fútbol no se gana con grandes cantidades, sino con cantidades bien invertidas.

Ghana no es un desconocido en el fútbol, pues recién ganó el campeonato mundial sub 20, obtuvo el bronce en los olímpicos y ha ganado en dos ocasiones el mundial sub 17. Además, sus jugadores han inundado Europa gracias a un principio básico de mercado: mano de obra barata y de buena calidad. Muntari juega en el Inter, su goleador Gyan en el Rennes de Francia, Adiyiah en el Milán, Boateng en el Portmouth, Ayew en el Marsella, Asamoah en el Udinese y su arquero Kingston en el Wigan para mencionar sólo algunos ejemplos. Alemania, Noruega, Suiza y Holanda también se alimentan de sus jugadores.

Ghana está reivindicando el fútbol negro, el de los países más pobres del mundo, el de los nombres, los peinados, los colores y las figuras tropicales y exóticas; está reeditando la hazaña de Camerún en 1990 y de Senegal en el 2002, al avanzar hasta los cuartos de final. Hoy, Ghana es la gran sorpresa del mundial, pero podría convertirse en el palazo si supera a Uruguay. Lo mejor de todo es que su fútbol todavía es silvestre. Con Ghana, el mundial gana, y gana mucho.

Túneles y chilenas en África (13)

UN REGALO PARA LOS PADRES
Pro Diego Alonso Sánchez Sánchez
Después de tanto pedir y rogar, por fin hoy se nos dio el milagrito y vimos quizás el mejor partido del mundial. ¿Queríamos ver buen fútbol? Hoy nos lo regaló Alemania. ¿Queríamos verdaderas figuras en el mundial? Hoy los germanos mostraron a dos de sus nuevos talentos: Mueller y Ozil, dos verdaderos tanques alemanes que hoy mostraron que los europeos también pueden nacer con sensibilidad con el balón y manejo exquisito.

¡Qué regalo nos dieron a los padres de todo el mundo los alemanes hoy, cuando en Colombia se celebra nuestro día! La demostración de esta mañana ante Inglaterra fue sublime, hermosa.; a la potencia y rapidez que la ha caracterizado siempre, esta selección le ha agregado toque corto y preciso, manejo exquisito del balón, control del partido. Es cierto que no dejan de ser unos monos grandes, pero ahora también demuestran que saben con el balón y que les gusta jugar a la pelota como a nosotros los Latinoamericanos. Que no siempre tienen que jugar en el segundo piso.

Es una lástima que el árbitro y el juez de línea no hayan validado el gol legítimo de Lampard, el 2 por 2 habría sido maravilloso para el partido, el duce se hubiese puesto a mordiscos para ambos equipos. Por un lado, Alemania habría tenido que salir a atacar de nuevo sin la oportunidad de dosificar fuerzas, como lo hizo por momentos. Inglaterra, por su parte, se hubiera envalentonado, tal vez sin desordenarse y exponerse tanto al contragolpe rival, que al final lo devoró.

Pero como la vida quita y devuelve, hoy los ingleses lloran la anulación de un gol legítimo que pudo haber cambiado la historia del partido. Aunque creo que, de todas formas, hubiese ganado esa máquina alemana. En fin, tal vez fue una compensación al gol fantasma con el cual los ingleses se fueron en ventaja 3 goles a 2 frente a los alemanes, en la final 1966, que al final ganaron 4 a 2.

De todas formas, dejando a un lado las especulaciones, creo que el 4 a 1 mostró la superioridad de un conjunto alemán, que, por lo visto hasta el momento, es el más firme candidato al título en Sudáfrica. Si se había mostrado dubitativo en la primera ronda, hoy demostró su potencial arrasador y ante uno de los grandes del mundo. Un gran regalo del padre para los padres del fútbol.

Ñapa: como dicen por ahí, no es sino hablar bien de alguien para que la ca…. Me puse a decir que el trabajo de los árbitros y de los jueces de línea había sido bueno en términos generales y tenga pa’ que lleve, Larrionda y su corte las metieron hoy hasta el fondo.

Túneles y chilenas en África (12)

ÁRBITRO HIJU...EZ
Pro Diego Alonso Sánchez Sánchez
Dicen los “expertos en fútbol” (44 millones de ellos son colombianos) que la mejor actuación de un árbitro se evidencia cuando éste pasa desapercibido en el partido, cuando no se nota y los aficionados y periodistas salen del estado hablando únicamente de los jugadores y de lo que hicieron en el campo de juego. En otras palabras, cuando la mamá del de negro puede estar tranquila en casa porque nadie se acordó de ella.

La verdad, creo que, salvo dos o tres penas máximas discutidas o que no se pitaron por ser jugadas muy rápidas, el balance arbitral de este mundial ha sido bueno hasta el momento. Y a falta de grandes figuras futbolísticas, bueno es reconocer en los jueces una labor destacada, sobria, seria y muy responsable con lo que significa un campeonato mundial de fútbol, el evento que cada cuatro años moviliza y paraliza el mundo, al mismo tiempo.

Extraña, eso sí, que nuestro representante arbitral, Óscar Julián Ruíz, no haya sido tenido en cuenta hasta el momento sino para un solo partido, mientras otros que, según el escalafón de la FIFA están por debajo de él, ya hayan dirigido en varias ocasiones. Es posible que la máxima rectora del fútbol mundial esté guardando a “el cacharrito” para las instancias finales del mundial, en reconocimiento a su calidad y a que éste es ya su tercer mundial, así en el último le haya ido muy regular. Ojalá que no sea cierta la versión que ha circulado por Internet, que asegura que el llanero se lesionó porque sería una verdadera lástima.

Lo que sí hay que decir es que cuando Óscar Julián comprende que los protagonistas del partido son los jugadores y no él, que las figuras son los futbolistas y no los árbitros; cuando olvida su papel de imitador y se poner serio, se convierte en uno de los mejores árbitros del mundo. Ruíz conoce y aplica a la perfección el reglamento, tiene credibilidad y respeto de los jugadores, y sabe qué decisiones tomar en situaciones complicadas y difíciles.

En fin, si hay algo que reconocer en este mundial es la buena actuación, en términos generales, de los árbitros y de los jueces de línea. Hasta estos octavos de final, los grandes escándalos arbitrales han brillado por su ausencia. Es otra de las cosas que han sobrado a mundiales anteriores y le han faltado a éste.

Por fortuna, dirá la mayoría. Una lástima, decimos quienes nos atrevemos a escribir algunas líneas acerca de lo que sucede en Sudáfrica. Es que nos dejan muy poco de qué hablar…

viernes, 25 de junio de 2010

El mundial desde la casa (15)

DE CRISTIANO NO TIENE NADA
Por Jhon Jaime Osorio

De Cristiano no tiene nada. Tal vez sea uno de aquellos creyentes que no practica su fe, pero no más. En el fútbol es egoísta, prepotente, individualista, déspota e interesado. Es un jugador empecinado en el lucimiento personal. Quiere jugar y resolver los partidos él solo, en un deporte que es colectivo. La naturaleza le dio un talento que no sabe poner al servicio de los demás. Qué mal Cristiano… Ronaldo.

El que es grande lo es porque hace crecer a los demás que juegan a su lado, porque pone al equipo a jugar para él y él lo hace para el equipo. Lo hizo Pelé, lo repitió Maradona, lo propusieron en su momento Zico, Didí, Garrincha, Bobby Charlton, Cruyff, Matthaus, Baggio, Gullit, Stoichkov y el Pibe. Todos ellos fueron grandes. Hoy, lo intentan Messi en Argentina, Suazo en Chile, Oezil en Alemania, Blanco en México y hasta el intermitente Kaká en Brasil. Cristiano Ronaldo juega para él, Portugal le importa muy poco.

“El que come solo, muere solo”, dicen en mi tierra. Usted, Cristiano, tiene el talento que le falta a la mayoría de los jugadores que están en el mundial; pero hágalo útil, no se ahogue con él, poténcielo, no lo desperdicie. Nutra a su selección. Si quiere jugar solo, dedíquese al tenis. Recuerde que al final, el campeón de un mundial de fútbol será un equipo y no un jugador.

Hoy, por primera vez en el mundial, las vuvucelas fueron cambiadas por silbidos; ocurrió en el esperado clásico del idioma portugués. Decepcionante. La mediocridad se apoderó de los protagonistas. Se relajaron demasiado, fueron conformistas y los chiflaron. Quedaron en deuda. Brasil con sus dos victorias y Portugal con sus 7 goles a Corea hicieron del clásico un partido de trámite. Irrespetaron el fútbol y nos dejaron hambrientos. Brasil tiene como excusa la ausencia de Elano y Kaká. Portugal tiene como excusa a Cristiano Ronaldo. Esperemos que en octavos de final, ambos equipos den un salto de calidad.

Esta misma tarde iré al supermercado a comprar un champú Clear, para enviar su etiqueta y ver si me gano la ida a ver un clásico Barcelona – Madrid… Ese día, si tengo suerte, podré ver jugar a Messi.

jueves, 24 de junio de 2010

Túneles y chilenas en África (11)

LA CÁIDA DEL IMPERIO ROMANO
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Cuenta la historia que “a comienzos del siglo V, las tribus germánicas, empujadas hacia el Oeste por la presión de los pueblos hunos que venían de las estepas asiáticas, penetraron en el Imperio Romano. Las fronteras cedieron por falta de soldados que las defendieran y el ejército no pudo impedir que Roma fuera saqueada por visigodos y vándalos”. Cualquier parecido de lo que sucedió hace alrededor de 1.500 años con lo que está pasando en el mundial de Sudáfrica, no es pura coincidencia.

Italia se dejó invadir por el miedo a perder el título de campeón del mundo, por la mediocridad de su fútbol y por las presiones de su favoritismo. Y como sucedió en aquella época, sus dos grandes problemas fueron la seguridad y la cuestión económica. La seguridad, porque por cualquier flanco que lo atacaran le hacían daño. Esta vez no fueron ni los visigodos ni los vándalos; fueron los atacantes de Paraguay y de Eslovaquia que se pasearon victoriosos por la izquierda y la derecha del área de Marchetti. Y la cuestión económica porque el fútbol de la escuadra azzurra fue igual, más escaso que el salario mínimo de un trabajador colombiano.

Marcelo Lippi no pudo fungir esta vez como gran Emperador; no supo dirigir su ejército y, por el contrario, su táctica anticuada y sin creatividad lo llevó a la derrota, a la ruina futbolística. Sus grandes gladiadores, Zambrotta, Cannavaro, De Rossi y Gatusso, fueron fácilmente vencidos por un grupo de soldados desconocidos que, por primera vez, enfrentaban una batalla mundial.

No es la primera ocasión en la que un campeón sale en la primera ronda de un mundial, pero tampoco es común que campeón y subcampeón del anterior mundial, Italia y Francia respectivamente, tengan que contratar tan rápido dos vuelos charter para regresar a sus países.

Confieso que siempre he sido hincha de Francia, desde las épocas de Giresse, Platiní, Recheteau, Fernández y esa tropa maravillosa de asalto futbolístico. Por eso me duele su eliminación y su falta de amor por la camiseta. También reconozco que, por azar, Italia fue uno de los equipos que me correspondió en la polla mundialista, pero no me molesta que se haya ido con ese fútbol tan cicatero. Dos de los tres equipos que me quedan ya están en segunda ronda, el otro, este jueves define su futuro. Ojalá no sea tan negro como el de los italianos y los franceses.

Pregunta. ¿Cuáles son los personajes del mundial más conocidos en Colombia?: Ricardo y Jorge. (El que lo entendió, lo entendió)

El mundial desde la casa (14)

¿Y AHORA, A QUIÉN ODIAR?
Por Jhon Jaime Osorio

En el fútbol, Italia nunca gusta; clasifica a los mundiales sin convencer; cuando juega, parece un equipo desorientado, sin ideas; es un onceno que le apuesta a la disciplina táctica y nada más. Es de esos equipos que todos terminamos detestando en los mundiales por su futbol cicatero, amarrete y con mañas. Eso sí, no puedo desconocer que es uno de los grandes, que tiene cuatro títulos del mundo con un historial que lo avala y que siempre ha sido protagonista. La pálida presentación de hoy, que terminó tempraneramente su participación en Sudáfrica, me deja una pregunta sencilla: ¿y ahora, a quién vamos a odiar?

Italia es uno de los seleccionados aventajados en aquello de las estrategias, las tácticas, los esquemas y los sistemas de juego. Siempre terminan imponiendo el orden y la disciplina por encima del espectáculo, por eso, su fútbol siempre aburre; disgusta; muchas veces gana, pero su estilo hace que muchos lo lleguen a odiar. En fútbol, esta vez no fue la excepción; en resultados, por fortuna para el espectáculo, la estrategia no funcionó.

El partido de hoy ante Eslovaquia fue adjetivado por muchos como “un juego trepidante”. Tal vez los últimos 20 minutos lo hayan sido, pero el partido en su globalidad fue una clara muestra de la impotencia del fútbol italiano en este certamen orbital. Eslovaquia lo desdibujó totalmente. No ganó ninguno de los tres juegos y ocupó el último lugar de su grupo, eso lo explica todo. El Italia del 2010 fue un equipo con un gran pasado pero con un triste presente; un equipo del montón, otro más que fracasó.

Es curioso, pero el tetracampeón nunca ha sabido ser favorita. La historia nos lo recuerda: cuando llega como favorita, como en el 90 en su propia casa, en Chile en el 62 o este año en Sudáfrica, fracasa. Cuando va al mundial en condición de incógnita, con bajo perfil, como en Alemania 2006 o en España 82, sorprende. A Sudáfrica llegó como el flamante campeón y se fue por la puerta de atrás.

20 minutos de carácter azurro no son suficientes para soñar con un título. De camiseta no se gana. El fútbol pobre no merece premios. ¡Arrivederci, Italia. Ciao bambinos!

miércoles, 23 de junio de 2010

El mundial desde la casa (13)

LOS CAMPEONES TAMBIÉN SUFREN
Por Jhon Jaime Osorio

La sabiduría popular nos enseñó hace rato que los médicos también se mueren. La frase la parafraseó un libretista mejicano, con alguna carga de ironía pero conservando su pensamiento moral, para convertirla en una de las telenovelas más exitosas de la historia con el sello Televisa: los ricos también lloran. Ahora el turno de intervenir el dicho, adecuándolo a otra situación, me tocó a mí, gracias a la jornada de hoy en el mundial: los campeones también sufren. Alemania e Inglaterra nos permitieron hoy ver cómo los encopetados también pasan afugias. El sufrimiento de los grandes fue la película de la jornada de hoy en Sudáfrica 2010.

Alemania había comprado el seguro para su clasificación en el primer partido ante Australia. Le marcó 4 goles al equipo oceánico, hizo ilusionar al mundo con un fútbol más generoso que el mostrado en los mundiales anteriores, y se mostró sólido empezando su participación, cosa que no hizo ningún otro campeón (recuérdese aquí que Brasil se enredó con Corea y Argentina con Nigeria, para no mencionar sino a esos dos casos); pero en la segunda fecha volvió a ser Alemania. Hoy más que nunca recordé aquella vieja sentencia de Gary Lineker, el goleador inglés, que en algún momento de desilusión afirmó que “el fútbol es un deporte donde juegan 11 contra 11 y siempre ganan los alemanes”.

Inglaterra, por su parte, consiguió su primera victoria apenas en el tercer partido del mundial; ganarlo era la única opción de clasificar que tenía; pasó como segundo de un grupo que tenía a un debutante y desconocido Eslovenia y a un débil equipo africano, Argelia, que en tres partidos no marcó ni un solo gol. Suena cruel, pero Inglaterra pasó con lo justo; dos empates y una victoria apretada lo pusieron en segunda fase. Clasificó “dejando pelos en el alambrado” como dicen las abuelas en algunos pequeños pueblos colombianos. Sus rivales de hoy, los eslovenos, no tuvieron ambición, le apostaron al resultado del partido alterno y se olvidaron de jugar el propio por su clasificación, por eso se fueron. Los ingleses cumplieron el primer objetivo, pero le incumplieron a su historial. Se llevaron un botín demasiado grande y dejaron muchísimas dudas.

Lo demás hará parte del anecdotario mundialista. Australia se alcanzó a ilusionar, Serbia no tuvo con qué, y Estados Unidos se llevó el primer lugar de su grupo, clasificando como le gusta a los americanos, al estilo Hollywood, como bien lo definió mi colega Jerónimo Rivera esta tarde en su twitter.

Ahora se viene Alemania – Inglaterra en octavos de final. Antes de tiempo dirán muchos. Enhorabuena, ¿será que ahora sí los “grandes”, los históricos, los campeones del mundo juegan como tales? ¿o seguirán sufriendo y haciéndonos sufrir?

Túneles y chilenas en África (10)

¿SOÑAR Y NADA MÁS?
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Como van las cosas en Sudáfrica, los suramericanos podríamos hacer realidad un sueño que tenemos desde hace ya varias décadas: la final de un mundial de fútbol entre Argentina y Brasil. No se asusten, no es optimismo desbordado, es que por lo visto hasta el momento en la tierra de los leones, no hay ningún otro equipo que haya mostrado más jerarquía y categoría que los dos colosos suramericanos.

Sólo imaginar esa final pone los pelos de punta. Ver a Messi, el mejor jugador del mundo, enfrentando a Lucio, el mejor defensa del planeta; a Kaká frente a Mascerano; y a Luis Fabiano frente a Walter Samuel sería un plato para degustar y saborear con todas las papilas gustativas futbolísticas.

Brasil, así juegue cuando le dé la gana, muestra siempre en la cancha que los jugadores de ese país nacen con oficio futbolístico y, obviamente, que vienen a este mundo con una neurona más, en forma de balón de fútbol. Además, tiene un técnico como Dunga que en cada partido les demuestra a los torcedores brasileros que no es tan burro como le gritan desde la tribuna.

Y Argentina, aunque Maradona es más un consejero que un técnico, tiene unos excelentes jugadores, con una inmensa vergüenza deportiva; siempre dejan todo en la cancha y hay que derrotar primero su orgullo y su amor por la camiseta, que su nivel futbolístico. (Argentinos, por favor no se lo crean del todo)

Además, con las pobres presentaciones de los equipos europeos que están participando en el campeonato, salvo contadas excepciones, creo que este año será la reconquista de la corona para Latinoamérica. Y si a eso le sumamos la gran decepción de los equipos africanos, que evidencian un gran retroceso en relación con lo que habían mostrado y demostrado en mundiales anteriores, el camino está expedito para que el título se quede en nuestro continente.

Así es que, analizando el nivel de las selecciones suramericanas y mirando cómo se cruzan los grupos, es muy posible que pueda darse esta final soñada para nuestro continente. Incluso, sería posible que cuatro equipos de este lado del charco accedieran a las semifinales, sólo que de ahí en adelante tendrían que enfrentarse directamente.

Considero que es posible que se nos cumpla el sueño y quizás podamos ver en una final del mundo la magia de Messi para dejar rivales en el camino con el balón pegado a sus pies, la elegancia de Kaká para hacer pases al vacío y dejar a sus compañeros mano a mano con los arqueros, la sapiencia de Verón para manejar los ritmos del partido y la brillantez de Luis Fabiano para definir en el área.

Sí y sólo así, se salvaría este mundial tan malo. Y entonces sí, como diría un narrador colombiano, podríamos gritar a todas voces ¡que viva el fútbol!

martes, 22 de junio de 2010

El mundial desde la casa (12)

JUGAR A NADA
Por Jhon Jaime Osorio

La lógica natural enseña que si un equipo tiene la opción de clasificar ganando, debe salir a la cancha a intentar ganar. El fútbol no tiene lógica, nunca la ha tenido. Hoy Grecia ante Argentina no buscó clasificar, salió a la cancha a no perder. Incluso perdiendo, jugó a lo mismo. Al final, sencillamente perdió.

Grecia jugó el mundial a lo mismo que lo jugó Francia: a nada. La diferencia está en que los griegos lo hicieron por convicción. Gracia aguanta, destruye, no deja jugar, pega, defiende, desespera y aburre. Grecia juega a no perder, a aguantar, a defenderse como sea. Están convencidos de que el juego es eso, y que lo que ellos hacen también vale. Aparecerán aquellos que ven en el fútbol un esquema matemático, que se ocupan de las estrategias, que no disfrutan el fútbol sino que lo abstraen, a decir que sí vale. Puede que valga, pero no aporta. Si aporta algo, no gusta. Si a alguien le gusta (posiblemente a algún griego), no tiene gracia. Sin gracia el fútbol aleja, porque pierde su lúdica y su carácter de juego.

Francia tampoco jugó a nada. No por convicción, porque los galos siempre han tenido buenas propuestas con el balón. Jugaron a nada sencillamente por subversión, por rebelión contra el cuerpo técnico, porque a los jugadores les dio la gana de no jugar, de despreciar el mejor espacio del fútbol mundial, les dio por hacer una pataleta histórica; quisieron hacerse tristemente célebres y lo lograron.

Claro que equipos como Grecia y como Francia, que no juegan a nada, hay demasiados en este mundial. ¿Es necesario soportarlos tres partidos?, ¿No sería mejor que clasificaran más equipos y el sistema fuera por enfrentamientos directos como en el tenis?, ¿o será que la FIFA vuelve a mundiales con 24 equipos?. Algo hay que hacer para que el fútbol mágico de Messi, el orden y la decisión uruguaya, el amor por la camiseta de los mejicanos y el orden de los coreanos sean comunes a todos los seleccionados.

Francia fracasó porque quiso, Grecia quedó eliminado por falta de ambición. Muy bien idos. Ojalá no vuelvan… por lo menos no con el pobre fútbol de este mundial.

Túneles y chilenas en África (9)

COQUETEO CON LA PELOTA
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
El siguiente es un diálogo realmente futbolero, que puede escucharse hoy en cualquier parte del mundo, con motivo del mundial de Sudáfrica. Imaginen a un aficionado cualquiera tratando de hacer una conquista en el Metro de Medellín.
- Hola mi hermosa bastonera, ¿en qué campeonato andabas que no conocía tu tribuna?, rabona hermosa. Te aseguro que te vi y me dio un calambre en el corazón.

- Ehhhh, qué tal este aficionado atrevido. Y hágame el favor y no me mire así ni se me acerque mucho que parece un juez de línea con la bandera arriba.

- No te pongas así, pecosa linda. Es que hace mucho tiempo que estoy en el banco, mi última torcedora me sacó tarjeta roja y me dejó por fuera durante varias fechas; pero ya estoy listo para debutar en otra cancha…

- Pues su mala racha no se va a acabar conmigo aguatero igualado, sé que usted juega de local y me quiere fusilar pero mi reglamento me impide un extranjero más.

- No me hagas la ola de esa forma por favor. Yo sólo quiero reconocer tu terreno de juego. Es más, discúlpame la incursión en tu área, te invito a un hermoso triangular que queda allí en el área chica, quizás allí podamos tomarnos una recopa europea.

- Ya le dije que no. Y no me ponga más zancadilla que no estoy en reventa. Además, yo sólo juego en primera división.

- Pero por qué sigues conmigo a la zaga, si sólo quiero un partido amistoso contigo. Además, no creas que soy ningún amateur en esto del amor.

- No pues, la naranja mecánica… Vea señor, mejor aléjese de mí porque mi pase pertenece a un gran empresario internacional y si lo ve merodeando el área lo expulsa.

- No me importa, yo por ese pichichi tuyo me aguanto hasta una operación de meniscos. Por favor, déjame entrar en tu túnel y revalidar mis condiciones de goleador en él. Vámonos, vámonos ya a la sala de prensa y te muestro mi scudetto.

- Pobre recogebolas atrevido. ¿Está creyendo que soy de aquellas a las que todo el mundo “toco y me voy”?

- Tampoco, tampoco me creas tan suplente… Sólo digo que me encantaría una pasadita por tu área de candela. O, como mínimo, déjame desbordar por las bandas de tu corazón. Permíteme peinártela para que tú la metas en el segundo palo.

- Ahhhh ya, ¡sus deseos son galoparme el campeonato! Pues se equivocó de pies a cabeza. Si no me deja tranquila llamo ahora mismo al cuarto árbitro y al comisario de campo.

- Pero por qué te repliegas y me regateas playera hermosa. Te reitero que mi intención es sólo que demos una vuelta olímpica, que recorramos el vértice del área chica, que nos quitemos el vestuario y disfrutemos del encuentro. A menos que tengas otro sponsor y, ahí sí, pierdo por W…

- Usted lo que quiere es remontarme… el marcador. Y le aseguro que está fuera de lugar conmigo. Créame que no soy de las que gusta de cualquier posición, en la tabla, y menos con un aficionado de un simple torneo de verano.

- Que poca visión del juego tienes, no ofreces ninguna variante. Mira, déjame llegar a tus octavos de final y sabrás lo que es una celebración en grande. Te prometo un Hat trick…

- Hágame el favor y se hace una cobertura en sus 18 yardas, irrespetuoso. Y no se me acerque mucho que me hace un gol de balón parado.

- No pongas tantas barreras entre nosotros por favor. Mira que tengo muchos goles a favor, apenas te acabo de conocer y ya me haces muchas faltas.

- Ya le dije que no quiero ser su cancerbera ni su cuidapalos señor. Y que sólo me interesa la Champions League.

- Pero por qué esa falta de definición. Ya pesqué el rebote y creo que no estás interpretando bien mi táctica. No quiero meterte ningún autogol, olvídate de cualquier asistente técnico que yo soy mejor 10 que cualquiera. Sólo tienes que mostrarme tu número cinco y verás que juntos podemos hacer hasta el escorpión de Higuita.

- Escúchame bien Hooligan desgraciado. Yo no estoy simulando ninguna falta de tiros al arco, ni necesito que me ganen la espalda o me respiren en la nuca, ni quien me meta ningún tiro libre directo. Y menos un nacionalizado como usted.

- No me saques de banda por favor, es una simple propuesta de marcación hombre a hombre. Déjame aunque sea apretarte en la media luna y que juguemos uno contra uno.

- Juego limpio, por favor señor. Sus negras intenciones son sacarme la pesada y dejarme colgada de su travesaño. Sepa y entienda que yo no me ensucio el uniforme con cualquiera…

- Estoy viendo que esto es una pérdida deliberada de tiempo contigo. Haces demasiadas fintas y te desmarcas demasiado. Cambiemos el esquema de juego, ¿qué tal una buena tanda de tiros desde el punto penal?

- Le repito que no caeré en su juego peligroso, manténgase a media cancha de mí por favor…

- Veo que sigues con tu defensa zonal y con un esquema rígido. Ni siquiera me das tiempo de descuento.

- Un paquete chileno como usted no merece nada. Dice que tiene un ataque que parece imparable pero, la verdad, parece invicto, ni siquiera permite pensar en una pequeña palomita.

- Si mi corazón es esférico por ti, tú eres mi gol de oro…

- Señor, usted está como dice Maradona de Pelé y de Platiní: de museo…

- No me trates así que no traje espinilleras...

- Déjeme en paz que le doy un tiro de esquina.

- No te amonestes por favor, ¡sólo quiero que seas la capitana de mi equipo!

- Pues no, ésta es una nueva derrota, y permiso que me voy para el palco. Usted váyase al… descenso.

Y así, un afligido hincha del fútbol, que sólo soñaba con un pase de profundidad, tal vez para alegrar este mediocre mundial de Sudáfrica, sólo recibió de una mujer… un pase de la muerte.

lunes, 21 de junio de 2010

El mundial desde la casa (11)

GUSTAR PRIMERO, GANAR DESPUÉS
Por Jhon Jaime Osorio

Una cosa es ganar y otra muy diferente gustar. Lo primero es un asunto de resultados, de superar a un adversario, y para ello no importa la forma. Ganar es objetivo. Se gana con trabajo, con esfuerzo, con ganas, o simplemente con un poco de suerte. Se puede ganar con méritos o sin ellos. Hoy España ganó. El equipo de Vicente Del Bosque sumó tres puntos, y para muchos eso es lo único que cuenta.

Lo segundo, gustar, no necesariamente implica un resultado favorable, y menos en el fútbol. Se puede gustar y no ganar, como lo hizo Paraguay cuando jugó con Italia. Gustar es completamente subjetivo. Para gustar hay que hacerlo con méritos, sin ellos es imposible. Gustar es agradar, llamar la atención, caer bien. Para gustar hay que tener sustancia para hacer saborear, para poner a degustar, a catar. Hoy Chile gustó. Jugó bien al fútbol, no goleó, no fue brillante, pero gustó. España no gustó.

No pongo el ejemplo de Portugal, porque sería ir de un extremo a otro, de uno que goleó a otro que no pudo hacerlo, de uno que los hizo y de otro que los malogró. Sólo por ese accidente del fútbol, el sabor del mundial es diferente en los dos países de la península ibérica. Pero ese no es el tema. El asunto hoy no es golear o no golear, no es de Portugal a España; sino ganar o gustar; de España a Chile.

España ganó pero no gustó. Chile gustó y de paso, ganó. En España, los aficionados están tranquilos, pero en Chile están satisfechos. Suena a un simple juego de palabras, pero el tema tiene más fondo.

A esta altura del mundial, justo antes de comenzar la tercera y última fecha en cada uno de los ocho grupos, para muchos, creo que la mayoría, con ganar basta. “Clasificar como sea es el objetivo”, afirmaron literalmente algunos técnicos y jugadores de varios seleccionados. Para algunos de los que nos sentamos diario no a ver sino a disfrutar el mundial, a degustar, a saborear, gustar es necesario; es indispensable. El fútbol va más allá de los resultados. El fútbol es identidad, es espectáculo, es la cultura de los pueblos puesta en una cancha. El fútbol tiene que gustar, si no, ¿para qué verlo?

Túneles y chilenas en África (8)

EN ESTA ESQUINA...

Por Diego Alonso Sánchez Sánchez

Cuenta el escritor colombiano David Sánchez Juliao que uno de los personajes de sus historias, El Flechas, tenía una mamá tan peleadora que se paraba en la mitad de la calle cuando dos señoras cualquiera estaban alegando, a la espera de que alguna dijera algo de lo que pudiera sentirse aludida, para insultarla y poder armar la bronca.

De la misma manera se está comportando Diego Maradona. Ante cualquier crítica o alusión a su trabajo o al de la selección argentina, de inmediato saca los guantes y tira jab y ganchos por doquier. Está bien que, como todo técnico, tiene derecho a pelearse con la prensa, con los directivos, con la tribuna y hasta con los jugadores, pero Diego debería concentrarse en su labor de técnico y no desviarse respondiendo a rumores y chismes de viejas desocupadas.

Además, enviar al museo a Michel Platiní y a Pelé (a quien recientemente trató como un simple “morocho con el número 10) no sólo es desconocer la historia del fútbol mundial sino presumir demasiado, mirar por encima del hombro. Maradona fue grande, y mucho, pero los más grandes no tienen que demeritar a sus rivales para mostrar que fueron más que ellos. La historia lo dice o lo desdice y listo.

Y no se trata de quién fue o no el más grande de todos, sino de respetar y reconocer que cada uno escribió páginas gigantes en el libro de la historia mundial del fútbol, y que lo hizo en épocas diferentes y con condiciones muy disímiles. Sin importar si unos contaron su goles con ábacos y los otros con computadoras.

Ahora, lo que hizo al ofrecerle disculpas a Platiní demuestra gallardía y humildad en Diego, algo muy difícil en los argentinos. Pero tal vez sería mejor dejar de competir con Pelé por la el reinado en el fútbol orbital. Además porque, con lo visto en Sudáfrica hasta el momento, nadie les llega a los talones a ninguno de los dos.

Así que, a los dos más grandes de la historia del fútbol, un atrevido consejo: mejor no hablen mucho. Diego para que no case peleas sin sentido y Pelé para que, por favor, no vaya a decir cuál es su favorito para ganar el mundial, porque será uno de los primeros eliminados. No lo sabemos los colombianos…

domingo, 20 de junio de 2010

El mundial desde la casa (10)

MI VOTO ES POR BRASIL
Por Jhon Jaime Osorio

Si el mundial de fútbol se definiera por votación popular y no por goles, el campeón sería Brasil. En mi caso, yo votaría por el scratch, porque la verdad no veo más. Mi voto en este caso es por un candidato que no me llena, que incluso me hizo dormir en su primer juego, pero que me consuela en medio de tanta ausencia de talento.

No voto en blanco porque al fin de cuentas uno de los 32 tiene que ganar y el título no se va a declarar desierto. En medio de una carencia absoluta de propuestas, futbolísticas y de espectáculo, Brasil es mi opción.

La selección de Brasil de este mundial es un candidato al título que no da lo que tiene sino lo que necesita, y está cómodo porque ya clasificó. Tiene todo el talento, pero apenas lo saca por momentos. Le alcanza con muy poco y sus jugadores lo saben. En este mundial, a los pentacampeones les sobra fútbol, les sobra historia, pero les falta compromiso y tranquilidad.

Aún así, de los 32 equipos, Brasil es tal vez el único candidato que por momentos logra llenar la retina (Si uno se apura podría decir que Argentina también). Contra Corea, los brasileros nos regalaron tres jugadas aisladas, brillantes, entre ellas el gol de Maicon. Esta tarde, fueron 15 minutos hermosos en la etapa complementaria, en medio de ellos el golazo de Luis Fabiano, con mano y todo. Tal vez por esos destellos es que después de la segunda vuelta del mundial, el onceno auriverde es mi candidato al título, y mi voto, sagrado y público, va por ellos.

No es que me esté sumando a un bus ya victorioso, porque está demostrado que en este mundial cualquier cosa puede pasar. Eso sí, reconozco que si se hiciera un escrutinio entre todas las apuestas mundiales, fácilmente se podría llegar a un 70% de favoritismo del seleccionado brasilero. El porcentaje es muy similar al que tenían los cariocas antes de la primera vuelta del certamen orbital.

Me quedo con la salida en velocidad, el toque, la rotación de volantes y delanteros, la salida de los laterales y las diagonales cortas. No me quiero quedar con esa imagen final, de la expulsión ingenua de Kaká que cayó en la provocación de los africanos. Voto por Brasil para campeón, pero les dejo una semana más a los otros 31 candidatos para que hagan campaña y me intenten persuadir con un fútbol que todavía no he visto.

sábado, 19 de junio de 2010

El mundial desde la casa (9)

EL NEGRO FÚTBOL AFRICANO
Por Jhon Jaime Osorio

La participación de los equipos africanos en el mundial ha sido negra, tanto que el primer eliminado fue precisamente un equipo de este continente. Hoy Camerún con un fútbol limitado, desdibujado e impotente perdió ante Dinamarca y le dijo adiós a cualquier posibilidad de avanzar a la segunda fase del torneo.

Como era de bueno ver jugar a Camerún en los otros mundiales. Así no ganara, así sus actuaciones fueran tibias, los cameruneses tenían un encanto raro para generar euforia en el mundo con su presencia y su fútbol. Ver en la cancha ese extraño y tropical uniforme que combina el amarillo, el verde y el rojo, siempre era presagio de que algo iba a pasar. En este mundial no pasó nada.

Si bien Camerún no hizo una gran historia sino en el mundial del 90, cuando venció en el juego inaugural a Argentina y llegó a cuartos de final y perdió en extra tiempo 3-2 ante Inglaterra, su presencia en los certámenes orbitales siempre generó noticia. Basta con decir que los cameruneses fueron los primeros en celebrar un gol bailando, en su debut mundialista en 1982, cuando se fueron invictos del torneo, porque empataron sus tres partidos y no clasificaron a la segunda ronda. En el mundial actual, ya Japón y Dinamarca se los bailaron.

Cómo olvidar el gol de Milla a René en el 90. Cómo no recordar las atajadas y las sudaderas de N’kono. Cómo no mencionar el gol de Milla en el mundial del 94 cuando recién había cumplido los 42 años de edad, el hombre más longevo en marcar un gol mundialista. Lo de este mundial, simplemente es para olvidar.

De aquellos “leones indomables” que sorprendieron por sus dotes técnicas, su velocidad, su fuerza y su malicia, apenas nos quedan unos “gatitos de porcelana”, que no ya asustan a ningún rival. Les llevaron un técnico europeo, se llevaron a sus jugadores a los grandes clubes de Europa, y se los llevó el que los trajo en este mundial.

De ese fútbol salvaje, silvestre, a veces ingenuo, pero alegre, hoy solo quedan las lágrimas de impotencia de su goleador Eto’o y muchos recuerdos nostálgicos de un pasado que no tiene presente. Esperábamos más de las selecciones africanas. Requiem por el fútbol alegre de los Leones que vive una crisis que está pasando de castaño a oscuro.

viernes, 18 de junio de 2010

Túneles y chilenas en África (7)

NOS ESTÁN DEBIENDO…
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Lo siento mucho por aquellos que compraron televisor plasma o LCD y por los que se afiliaron a una empresa de televisión satelital, por los que sacaron vacaciones y por quienes cambiaron de turno para ver los partidos del mundial. Ni qué decir de quienes se endeudaron para viajar hasta Sudáfrica para ver a sus grandes ídolos. Como decimos en Colombia, por lo visto hasta el momento en Sudáfrica, esa platica se perdió.

¡Qué mundial más aburridor! No provoca ver ningún partido. Si es el primero, a las 7:00 a.m. hora de Colombia, no vale la pena suspender el sueño. El segundo, a las 9:00 a.m., no nos quita el sueño; y el último de la jornada, a la 1:00 de la tarde, nos produce sueño. Mejor dicho, es más emocionante ver la transmisión de las elecciones presidenciales en Colombia, cuyo resultado se sabe desde hace más de tres semanas.

Da sueño ver jugar a Inglaterra y pereza ver jugar a Francia; produce sueño el juego de Italia y pereza el de España y Alemania. Tampoco es que sea muy emocionante ver jugar a las selecciones que han dado “palos” a los equipos poderosos. Ni Suiza ni Serbia ni Eslovenia han mostrado tampoco mucho más que defensas cerradas y sistemas ultradefensivos. Por momentos parecen micos, todos colgados de los palos; por instantes se asemejan a fieras que sólo esperan agazapadas a su presa para devorarla cuando ésta se descuide.

De ídolos, muy pero muy poco. Salvo Messi, con dos o tres jugadas de fantasía que nos hacen soñar con uno de aquellos goles antológicos, nadie más se ha destacado hasta ahora. ¿Dónde están los Iniesta, los Villa, los Pedrito, los Drogbá, los Podolski, los kaká, los Robinhos, los Rooney, los Cristiano Ronaldo, los Eto’o y toda la constelación de estrellas que se esperaba iluminaran el cielo de este mundial?

Qué pesar, al continente más pobre las grandes potencias llevaron el fútbol más pobre. Porque ni los 3.200 millones de dólares que asegura la FIFA va a dejar de ganancia el mundial de Sudáfrica 2010 sirven para pagar la decepción que ha dejado hasta el momento este campeonato.

El mundial desde la casa (8)

LA GENTE SIGUE DICIENDO QUE TÚ Y YO ESTAMOS LOCOS, FÚTBOL
Por Jhon Jaime Osorio

Algo sucede. El mundial es atípico, y no propiamente por la sede, que también lo es. Los grandes ya no juegan como grandes, y hasta es válido decir que ya no juegan; los chicos ganan o sacan empates históricos, pero no convencen; los goleadores no hacen goles, y hasta hacen expulsados por intentar defender como no saben hacerlo; los técnicos ponen de defensas a jugadores que habitualmente son volantes, o dejan en el banco a las grandes figuras; y los hinchas seguimos pegados al televisor esperando un milagro que no aparece, pero madrugamos.

¿Será el ensordecedor sonido de las vuvucelas? No creo. En tierras tercermundistas como la nuestra, cuando hay partidos de fútbol, estallan petardos, suenan bombos y trompetas y los barristas corean vulgaridades permanentemente (hasta en los himnos); a pesar de ello, los partidos resultan emocionantes.

¿Será el frío que azota a Sudáfrica con el invierno austral? Tampoco. El mundial e Argentina 78, o el de Suecia en el 58 tuvieron condiciones climáticas similares y el fútbol apareció.

¿Serán los 70 partidos acumulados en la temporada por los jugadores en ligas, torneos y copas? Podría ser. Pero por qué juegan igual de mal los argelinos, los serbios, los hondureños, los chilenos y los australianos? No creo que ellos hayan jugado la Champion, o que hayan tenido varios torneos en sus países. A lo sumo, acumularon 40 partidos en la temporada. Y ni hablar de figuras con Cristiano, Rooney, que tuvieron temporada corta por sus lesiones.

¿Serán los árbitros?, ¿serán los estadios?, ¿serán las cámaras?, ¿será acaso que se nos olvidó ver el fútbol? Ahhh, no preguntemos más bobadas.

El mundial de Sudáfrica es malo porque los equipos son malos, porque los técnicos piensan solo en los resultados, porque a los jugadores se les perdió la alegría, porque la FIFA “privatizó” algunos juegos pensando solo en el negocio y no en los millones de personas que separamos este mes cada cuatro años.

El mundial es malo porque el objetivo de todos los equipos es el resultado y no el espectáculo, porque los jugadores de talento son escasos, porque no está jugando Beckham (así sea para hablar mal de él); porque hacen falta Owen, Riquelme, Ronaldinho, Ferdinand, Ballack y Salvador Cabañas. Qué irónico que a este último ya ni sus compañeros paraguayos lo mencionen.

El mundial es malo, tal vez el más malo de los que me han tocado, porque en el fútbol de hoy la pasión la estamos poniendo los aficionados y no los futbolistas. Nosotros esperamos 4 años para ver el mundial, los futbolistas están esperando que se acabe el mundial para volver a su rutina millonaria del próximo cuatrenio.

jueves, 17 de junio de 2010

El mundial desde la casa (7)

SÓLO PIDO UN GOL DE MESSI
Por Jhon Jaime Osorio

Al mundial le falta un gol de Messi. Sí, es cierto que le falta fútbol y espectáculo, que están ausentes las propuestas ofensivas y los jugadores atrevidos; que el frío que azoa a Sudáfrica por estos días contagió al fútbol de los equipos en la primera fecha; que es el torneo de más bajo promedio de gol hasta el momento… pero para mi paladar futbolístico, a esta altura del certamen orbital, cuando ya Argentina jugó dos partidos y prácticamente se clasificó, la gran carencia de la Copa Mundo es un gol de “La Pulga”.

Al fútbol le falta que el genio refrende su condición haciéndose presente en la red. No basta con que se abrace con Higuaín, no es suficiente con que salga en la portada de los diarios argentinos, no alcanza con que sea el jugador de más alta calificación para todos los analistas. Simplemente para mostrarse justo, aunque sabemos que nunca lo es, el fútbol del mundo necesita urgente una anotación de su mejor jugador.

No es posible que el mismo fútbol nos prive de esa emoción. Cada que apareció Messi en el partido lo hizo para desparramar a cuatro o cinco coreanos. Lo mismo había hecho contra Nigeria. Lo mismo hará ante Grecia y seguramente el libreto no cambiará contra los rivales que vengan en las fases que supere el equipo suramericano. El libreto será el mismo, simplemente porque Messi son 169 centímetros de fútbol que le quedan grandes a un mundial de tan mal nivel como el sudafricano.

Es cierto que Messi es intermitente. ¿Y qué? Es una artista que con cuatro o cinco pincelazos nos regala obras de arte… a las que les falta el marco para poderlas colgar. Después de lo de hoy, queda claro que el crack está, pero le falta el gol, y si me apuro, también le falta equipo.

Ese enano es un crack, un duende, un mago. Para redondear sus faenas mundialistas le falta un gol; pero no uno cualquiera, sino uno que cierre una jugada exquisita como la del final del primer tiempo de hoy cuando quiso colocarla con “vaselina” por encima del arquero coreano. Sólo un gol así salvaría este mundial.

Túneles y chilenas en África (6)

PESE A LA VICTORIA, QUE NO CANTEN VICTORIA
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Es cierto que Argentina ganó, goleó y se instaló en segunda ronda del mundial de Sudáfrica. Es cierto que, contra muchos que lo han criticado por su falta de experiencia y por no haber llevado a algunos históricos de la selección, Maradona hoy se salió con la suya.

Sin embargo, también es cierto que la albiceleste todavía no puede cantar victoria. Hasta el momento, ninguno de los dos conjuntos que ha enfrentado el equipo de Diego le ha exigido en forma real. Nigeria está muy lejos de aquellas selecciones que llevó a los últimos mundiales, en las que descollaron grandes jugadores como Yekini y Keshi, y Corea del Sur no deja de ser un equipo ordenado y rápido, pero sin figuras e ingenuo como la mayoría de las selecciones asiáticas.

Además, todos saben que Higuaín es sarampión, mejor dicho, sólo le pega a los chiquitos. Así lo ha demostrado en el Real Madrid. Eso sí, Maradona (que fue un as dentro de la manga para Bilardo en el 86), tiene su propi as dentro de la manga, Lionel Messi. Cuando al paticortico se le prende la lamparita no hay quien lo pare. Y todavía no ha jugado uno de esos partidos fantásticos que le hemos visto en el Barcelona. El día que se ilumine, que Dios coja confesados a sus contrarios.

Sobre Méjico, una vez más demostró que es un equipo que se bate a muerte con quien sea y que tiene jugadores de talla mundial que en cualquier momento resuelven. Que es un equipo disciplinado, ordenado y serio. Que suenen los mariachis porque se lo merecen.

Francia… lo de casi siempre, soñar y nada más como dice la canción. Muchos caciques y pocos indios en un equipo que, una vez más, decepcionó. Es hora de revisar la continuidad de un técnico que no da resultados ni pone a jugar bien a un equipo lleno de figuras que sobresalen en todos los equipos en los que juegan, pero que en la selección volvieron a dejar por el suelo Allons enfants de la Patrie…

miércoles, 16 de junio de 2010

Túneles y chilenas en África (5)

LOS ÚLTIMOS REFRANES CON LA PELOTA
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
La selección española es igual a la colombiana, siempre “le faltan los cinco centavitos para el peso”. Todos creíamos que los ibéricos iban a salvar los muebles de este mediocre mundial, pero como “el que no hace los goles, los ve hacer”, los amos de los relojes y los chocolates aguaron la fiesta, metieron la pelotica y ”el que gana es el que goza”.

Ya lo habíamos advertido antes, que lo realizado en el reciente campeonato mundial juvenil dejaba ver a una selección suiza como un hueso duro de roer. Y como “mientras más bravo el toro, mejor la corrida”, con disciplina y orden, y contra todos los pronósticos, los helvéticos demostraron sus progresos y le ganaron al favorito de todos, al que todos le apostaban, al más firme candidato a quedarse con el mundial de Sudáfrica. Los españoles no pudieron salir "Del bosque" y perdieron pese a la incredulidad de todos. (Sigámosle creyendo a Pelé, que ya ha “salado” como a 4 selecciones en los últimos mundiales).

Queda claro que “esto ha cambiado mucho”. Y que, en el fútbol actual, la táctica férrea y los sistemas defensivos ultra cerrados están opacando la creatividad, la técnica y el ataque; mejor dicho, están castrando las ideas. Pero en el fútbol, “como en la guerra y en el amor, todo es permitido”. Si no, que lo diga Italia que ha ganado cuatro mundiales a punta de estrategia defensiva y contragolpes.

También es evidente que Chile por fin dejó la disculpa del miedo escénico y se dedicó a jugar el fútbol que sabe para derrotar a una selección Hondureña que… “más fuerza tiene un purgao”.

En cuanto a Uruguay, el décimo primer mandamiento dice “no dar papaya”, y a los charrúas se la dieron y, ni cortos ni perezosos, ellos respetaron el décimo segundo mandamiento: “a papaya ponida, papaya comida”. Sudáfrica demostró que, como equipo, son más acompasados tres borrachos tocando las vuvucelas.

En fin, habrá que ver qué más sorpresas nos depara este mundial. “Para todo hay remedio, menos para la muerte”, así que paciencia mi querido Solín. Tal vez haya suerte y Brasil vuelva a sacar su magia, España retome el sendero del buen fútbol o Chile siga mostrando el gran director técnico que tiene. De lo contrario, después de Sudáfrica 2010, “apague y vámonos”.

El mundial desde la casa (6)

EL LIBRO DE POLYA PARA EL TÉCNICO DE ESPAÑA
Por Jhon Jaime Osorio

Qué mejor que un palazo como el de Suiza para terminar con el aletargado mundial que estábamos viendo. Este pequeño país sin mucho cartel en los mundiales, sin pergaminos en el fútbol europeo dio la gran sorpresa justo cuando veíamos debutar a los últimos 2 de los 32 equipos. El equipo helvético jugó un fútbol que tuvo la precisión de sus relojes, el orden de sus bancos y la tranquilidad de sus lagos; y a su rival, España, le dejó el amargo sabor de sus chocolates.

Vimos al último equipo que todos esperábamos, España: el campeón de la Eurocopa, el favorito en todas las apuestas, el de las 10 victorias consecutivas en la eliminatoria, la furia roja, el equipo que vale 385 millones de Euros... qué va, el mismo España de todos los mundiales. Es el mismo equipo alegre, folclórico, ofensivo y de buen trato a la pelota que nos hizo soñar en el 86, en el 94 y en el 2002; pero es la misma selección que no resuelve, que carece de potencia, de determinación, de gol, de definición, de lo que los locutores llaman “punch”, y sobre todo, de convicción. Esta España de hoy es la España de los mundiales.

Esta selección siempre ha terminado en medio de fracasos y acusaciones. Ojalá ésta no sea la excepción, pero el inicio de hoy apunta a repetir la historia. Desde que consiguió el cuarto puesto en 1950 no ha logrado superar los cuartos de final. La selección española de este mundial, como las de los 11 mundiales anteriores a los que ha asistido, tiene la pelota pero ataca como puede, no tiene eficacia, no se sale del libreto ofensivo con jugadas repetitivas, reparte mal los espacios para sus atacantes, le coquetea los 90 minutos al arco contrario y no concreta las opciones. En los mundiales, España sufre de impotencia.

El matemático húngaro George Polya escribió en 1945 un práctico libro que tituló How to solve it, que fue traducido al español con el título Cómo plantear y resolver problemas. En este texto, el maestro de la heurística y del razonamiento inductivo deja claro un básico principio que le caería de perlas al profesor Del Bosque y a sus dirigidos: “un problema tiene múltiples soluciones”. ¿Cómo es posible que un equipo se repita en su absolutamente todas sus jugadas ofensivas con la fórmula de tratar de ganar la línea, por la izquierda en el primer tiempo y por la derecha en el segundo, para tirar el centro en búsqueda de un definidor de área que no tiene? El único con esas características era Raúl, y ya sabemos que no está por decisión del técnico actual.

Lo de hoy es apenas el debut. Seguramente el favoritismo les pesó demasiado a los españoles. Como también la historia. En 8 días tal vez todo pueda cambiar. Ese es el encanto del fútbol. Por lo pronto, prestemos el bombo de Manolo y entonemos el estribillo que retumbó hoy al son de vuvucelas: “¡palo, palo, palo, palo bonito palo eh; eh, eh, eh, palo bonito SUIZA es!”.

martes, 15 de junio de 2010

El mundial desde la casa (5)

EXTRAÑA PESADILLA
Por Jhon Jaime Osorio

Debo confesar públicamente que me dormí viendo jugar a Brasil. Me da pena contarlo, pero hasta ronqué mientras el favorito de todos hacía su debut.

Para mis amigos del fútbol no tengo excusa válida. Podría decirles que fue culpa del cómodo sofá que escogí para apoltronarme ante el televisor en este mundial; pero es el mismo de los 13 partidos anteriores y ni siquiera en el Eslovaquia – Nueva Zelanda el letargo me golpeó como hoy. También podría argumentar que pagué tributo a las cinco madrugadas consecutivas para ver los partidos (el primero se ve a las 6:30 a.m. de mi país); pero no creo que el pretexto sea válido, teniendo en cuenta que como todos, yo también esperaba con ansias el debut del pentacampeón.

Quisiera justificarme diciendo que estaba muy cansado de escribir una nota diaria para este blog; pero si lo hago de forma voluntaria, por gusto y sin cobrar un peso, pues no es justo atribuirle a este ejercicio el estado onírico de hoy. Tal vez la causa real hayan sido las dos cervezas que me tomé para disfrutar del “jogo bonito”; excusa muy creíble por la falta de costumbre, pues en mi cuidad, Medellín, es prohibido tomar cerveza en el estadio cuando uno va a fútbol, según las autoridades porque eso “general violencia” y además es “falta de cultura”.

En fin, no quiero justificarlo más, pero lo cierto es que me dormí. Morfeo se apoderó de mí justo después de las primeras pinceladas que nos regaló Robinho. Hasta ahí me acuerdo, cerré los ojos y caí profundo. No sé si lo que soñé fue una pesadilla, pero sí sé que fue algo extraño.

Primero soñé que lo del pobre fútbol del mundial era una epidemia, que se extendía cada día por todo el planeta a una velocidad incontrolable, que no había vacuna que la cortara, que se propagaba a la velocidad de un AH1N1 y que Brasil se había contagiado.

Después soñé con una vieja película de la guerra en Vietnam. Aquí los americanos vestían de amarillo y verde; los orientales usaban prendas rojas, eran coreanos y no tenían el clásico sombrero en forma de cono sino que calzaban guayos; y el objetivo de la guerra era meter la pelota en terreno de Corea. Los orientales, como lo vietnamitas, estaban por todos lados y evitaban que los de amarillo pudieran llevar a cabo sus acciones.

Lo extraño del sueño es que al final del mismo vi a Dunga no hablando sino rebusnando y a un estadio repleto haciendo sonar una extrañas vuvucelas que dejaban salir un sonido africanizado que alcancé a traducir como el coro “burro, burro, burro”.

Fue en ese momento cuando me desperté. El grito de gol del vecino me volvió a la realidad. Maicon había marcado un golazo que alcancé a ver en la repetición. Estaba exaltado, no por el gol, sino por el abrupto despertar. Menos mal el gol de Elano y la jugada de Michel Bastos con túnel, ocho largo y juego de piernas en una misma acción me volvieron a la realidad y me dejaron ver la magia de Brasil que todos estábamos esperando. Al final, ¡qué rabia! Los coreanos marcaron un gol y dejaron un sinsabor en el debut de los pentacampeones.

Ahora que he visto los resúmenes de los noticieros le doy gracias a Dios por haberme dormido… no hubiera resistido esos 60 minutos de un Brasil sin magia. ¿Será que Dunga tendrá esta noche el sueño tan pesado como yo? No creo.

Túneles y chilenas en África (4)

MÁS REFRANES CON LA PELOTA
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez

El único problema de Brasil es que juega cuando de la da la gana. “El Diablo sabe a quién le sale”, diría mi abuela, (gran aficionada el fútbol e hincha furibunda del Medellín). Otros dirán que lo importante es ganar mientras se toma la forma para jugar bien, pero lo cierto es que sigue sin aparecer la danza del fútbol que tanto nos gusta ver bailar.

En el fútbol, como en la vida, “el que es un buen gallo, en cualquier corral canta”. Y Brasil no puede darse el lujo de jugar por oleadas, de meter el pie en el acelerador sólo con los equipos de alta alcurnia. Quienes amamos el fútbol arte sólo les permitimos unos minuticos de calentamiento, después exigimos que, sin importar la pareja de turno, comience la maravillosa danza del “Jogo bonito”.

En este grupo, ya nos había decepcionado Portugal con su juego inoperante y lleno de ansiedad (mucho tilín tilín y nada de paletas), aunque con un Cristiano Ronaldo activo y mostrando la clase que lo caracteriza. Y si bien lo de la “canarinha” no fue tan pobre gracias a dos o tres “pasos” de lujo de su lateral izquierdo, Bastos, y al magistral pase de Robinho para el segundo gol, tampoco fue gran cosa y todo quedó en un simple baile de garaje.

Como “la esperanza es lo último que se pierde”, nos resta esperar a que España confirme con un hermoso baile flamenco la superioridad que demostró en la Eurocopa de Naciones. O tal vez que, como “de donde menos se piensa salta la liebre”, aparezca Suiza con una sorprendente presentación de “Ländler” (baile típico de la Suiza alemana) como la que dio en el reciente campeonato mundial juvenil.

Mientras tanto, seguiremos añorando el fútbol… el verdadero fútbol; el de gambetas, túneles y chilenas. Y lo seguiremos haciendo porque “el que no llora no mama”.

Ñapa. El chiste de moda: “no hay país más democrático que Venezuela”. Hugo Chavez Frías.

Túneles y chilenas en África (3)

REFRANES CON LA PELOTA
Por Diego Alonso Sánchez sánchez

“Desde el desayuno se sabe lo que va a ser el almuerzo”, decían las abuelas. Y eso pasa en el campeonato mundial. Como van las cosas, el de Sudáfrica será recordado más por las noticias médicas, de orden público o de farándula, que por el fútbol de las selecciones que en él participan. Hasta ahora, se destacan más los robos en Johannesburgo, las lesiones de algunos jugadores y el concierto en el que participaron Juanes y Shakira. ¿Qué más podremos esperar?

Del fútbol, poco, sigue escaseando. Pero como “más sabe el diablo por viejo que por diablo”, es necesario destacar lo hecho por Alemania ante la débil Australia. Con un fútbol fuerte, potente y rápido; de pelotazos largos y precisos, con algo de toque y de desborde por las bandas, los teutones desbarataron la defensa de los canguros. "Del ahogado al sombrero".

Sobre Italia, “cría fama y échate a dormir”. De los campeones del mundo se esperaba mucho, pero recibieron de parte de Paraguay una dosis de su propia medicina: presión por toda la cancha y la táctica del contragolpe. A ambos les faltó imaginación y creatividad, y sólo mostraron la garra que los caracteriza, pero dejaron el talento y el fútbol en los camerinos. Aunque a nadie sorprende porque “loro viejo no aprende a hablar”.

Como “no hay enemigo pequeño”, Japón dio la sorpresa y venció a Camerún, sin mucho pero le ganó. Los otrora temidos leones indomables mostraron muy poco. Y demostraron una vez más que “una golondrina no hace verano”, por aquello del goleador Samuel Eto’o.

El mundial apenas comienza pero no ha dejado muchas cosas. Sin embargo, seguiremos frente a la pantalla observándolo. ¡Qué otra cosa podemos hacer si “el que no tiene más, con su mujer se acuesta”! Eso sí, confiamos en que las cosas cambien y podamos ver el fútbol que, hasta el momento, ha estado ausente. Ojalá que tengamos suerte porque “de esperanzas vive el hombre, y muere de desilusiones”.