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domingo, 25 de julio de 2010

La pelota criolla (2)

ONCE CON HAMBRE
Por Jhon Jaime Osorio

A Dayro Moreno la tribuna completa le grita en cada partido: “borracho, borracho, borracho” y el delantero del Once les responde con goles. En 2 fechas de la Liga Postobón, Moreno es el máximo artillero con 3 anotaciones. Un error humano cometido en el pasado le generó a este jugador un rechazo permanente de los aficionados al fútbol, pero él, incómodo por el coro que le acompaña se deleita en el presente celebrando anotaciones.

Dayro tiene estampa y comportamientos de goleador. Es egoísta cuando tiene la pelota. Es certero a la hora de enfrentar a los arqueros. Es veloz, escurridizo, gambeteador y potente. Arranca de mitad de cancha, para que ésta le rinda. Ahí lo ubicó el profesor Juan Carlos Osorio luego de experimentar un semestre completo. Dayro es un delantero diferente en un medio que no carece de grandes goleadores.

Apenas van dos fechas y ya el Caldas es colíder de la Liga. Aguantaron a un técnico, también distinto, que llegó en enero a dirigir el equipo, salió muy rápido de la Libertadores y no estuvo en los cuatro que definieron el título colombiano en el primer semestre. Osorio es un estratega atípico, con formación, con recorrido en Europa, sin temores para atacar, y con un discurso que en siete meses ya convenció hasta a los más díscolos como Moreno.

Osorio dirige arriesgando y Dayro resuelve metiendo goles. Esa es la fórmula del Líder actual. Pega, como todos, aunque a veces comete excesos, como los del venezolano Vizcarrondo en el campo del Envigado, pero juega bien con la pelota. Propone, arriesga, juega, deja jugar y gana. Caldas tiene proceso, como lo tienen Tolima, Chicó, Equidad, Huila y Junior; pero tiene más nómina, más experiencia y más hambre que muchos de los equipos que repiten técnico en este torneo.

El juego sabatino y nocturno en Envigado nos permitió ver a un Caldas que quiere jugar bien, a un Envigado que arriesgó mucho con los cambios, pero que no supo conservar el equilibro. El partido fue generoso en fútbol y en espectáculo. Nos dejó ver a un Envigado que es colero pese a tener nombres, y aun hombre como Dayro que poco se ocupa de la tribuna porque su atención este semestre está en las redes rivales.

viernes, 23 de julio de 2010

Laberinto deportivo (1)

EL GOBIERNO NO QUISO GANAR LOS CENTROAMERICANOS
Por Jhon Jaime Osorio

Ha transcurrido la primera semana de los Juegos Centroamericano y del Caribe en Mayagüez, Puerto Rico, como quien dice, la mitad de las justas, y aunque Colombia lidera el medallero con más de 60 oros, hay que ser realistas y decir que nuestro país no ganará este evento y dejará escapar una oportunidad histórica y única para ganarlas. Lo triste es que teniendo con qué, el gobierno nacional no quiso.

El triunfo de Colombia en los Juegos Suramericanos de Medellín en abril pasado nos llenó de ilusiones frente a lo que podría ser la participación en los demás eventos del ciclo olímpico que prácticamente comenzaba. La supremacía demostrada en disciplinas como ciclismo, patinaje, pesas y tiro con arco, entre otros, trazó un camino que parecía enrutado hacia el desarrollo deportivo del país. Una vez se conoció la ausencia de Cuba a las justas del Caribe hicimos todo tipo de cuentas, y los metodólogos del Comité Olímpico Colombiano hablaron sin temor de la clara posibilidad que teníamos de “pelearle mano a mano” a México y Venezuela los Centroamericanos.

Hasta ahí, todo funcionaba bien. Los deportistas siguieron su proceso y los técnicos también. Los dirigentes por su parte, pasaron afugias cuando la ministra de Cultura, anunció que del presupuesto solicitado por el COC para los Centroamericanos sólo se iba a aprobar la tercera parte. En Colombia, el deporte no tiene categoría de ministerio porque son muy pocos los dolientes que tiene esta actividad entre los padres de la patria.

La señora Ministra arguyó entonces que también había que darle dinero a las bibliotecas para uso público y que no podía gastarse tanto dinero en un grupo limitado de deportistas. No se trata de pelear unos millones de pesos entre libros y medallas, entre bibliotecas y deporte. No se trata de pelear entre dos componentes de la cultura, igualmente importantes. Se trata de hacer presupuestos y planes que signifiquen desarrollos para el país en el largo plazo. El COC parecía tener claro el camino. La ministra no. ¿De qué sirve garantizar la participación en todos los deportes en los Suramericanos si dos meses después, para el siguiente escalón, ya el dinero no alcanza?

Qué curioso, señora Ministra, ese grupo limitado de deportistas lo único que no tiene es limitaciones para sacrificar sus vidas en nombre de una patria que gana y goza de imagen y prestigio cuando ellos logran hazañas. Lo duro, señora ministra de cultura, es que aún sin si apoyo, siguen ganando. Lo duro, es que en dos o tres días, cuando comiencen las competencias de los deportes que no pudieron ir porque no hubo dinero, empezará la lluvia de medallas de los venezolanos. ¿Se imagina usted, Ministra, la fiesta que va a hacer el señor Chávez (que sí tiene ministerio de deportes) cuando nos pasen, no porque sean mejores sino porque nosotros no estamos?

Hoy Colombia sigue al frente de los Juego Centroamericanos. Arrancó el ciclismo en pista, mañana comienza el atletismo y empezarán a entregar medallas los deportes de conjunto. Lo lógico es que Venezuela nos supere en la tabla. Si eso no ocurre, y en el deporte puede pasar cualquier cosa, no se vaya a aparecer señora ministra a celebrar con el deporte colombiano, porque usted en su periodo trabajó bien por todos los asuntos de la cultura, menos por éste.

jueves, 22 de julio de 2010

La bolita mágica (2)

CAMPEONATO DE BARRIO
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez

Desidia, es decir pereza, indolencia, desinterés, inapetencia, desgana, indiferencia o apatía. Eso es lo que produce el campeonato de fútbol colombiano. Tal vez por eso demoré más de lo necesario en escribir después de la primera jornada de la Liga Postobón. Como dice Risaloca, prácticamente se acabó la semana y yo no había escrito nada. Pero es que no provoca.

Después de un mundial tan mediocre como el que acaba de culminar no era mucho lo que podía esperarse de un campeonato como el colombiano, en el que la gran contratación es un argentino poco más que desconocido, como los que suele traer el Deportivo Cali. Lo que no me esperaba es que ni los árbitros con sus acostumbradas metidas de pata dieran de qué hablar en la primera jornada. Y no debe ser tampoco porque aprendieron mucho de los jueces del mundial porque los escándalos por las malas decisiones arbitrales fueron la nota predominante de Sudáfrica 2010.

El problema es que si las cosas siguen así, no voy a tener razones para pelear con mi señora los fines de semana y me va a tocar, indefectiblemente, entregarle el control del televisor y aceptar que es mejor el nuevo y desabrido programa de Jota Mario que cualquier partido de fútbol. Con el agravante de que los hombres entregamos en la casa desde el cheque de la quincena hasta las riendas de los hijos, pero nunca, jamás el control del televisor. Eso ya es caer muy bajo, así en la mayoría de las casas siempre se haga… lo que nosotros obedezcamos.

Lo cierto es que sobre la primera jornada de este campeonato hay muy poco qué decir, me atrevería a asegurar que casi nada que valga la pena. Tal vez lo más llamativo fue que, debido a la remodelación en varios estadios para el mundial juvenil del próximo año, muchos partidos se jugaron en verdaderos potreros; apenas para el pobre fútbol que se observó. Incluso, recuerdo muchos partidos de barrio mucho más emocionantes que los de este segundo torneo del año.

Tocará esperar para ver qué nos depara esta segunda jornada y confiar en que el bajo nivel exhibido en la primera sí corresponda a que apenas los jugadores están despegando motores. El problema es que, después de observar las nóminas de todos los equipos, parece que no hay con quién…

domingo, 18 de julio de 2010

La pelota criolla (1)

NADA DE EXCUSAS… ES MALO
Por Jhon Jaime Osorio

Da alegría ver a una Cali estructurado, a un Tolima con proceso y a un nuevo América que como escoba de su misma condición, empezó barriendo bien. No sorprenden para nada la victoria del campeón Junior y la dupleta de Dayro Moreno con el Caldas. A pesar de estos hechos, la primera fecha de nuestra liga criolla deja un sinsabor y a los paladares más sensibles un sabor amargo por el nivel exhibido. El fútbol colombiano está bajo de forma, su nivel es discreteo y sus equipos tienen más de mediocridad que de talento. Esa es la verdad.

Algunos comentaristas decían hoy que se trataba del efecto del mundial, que la retina la teníamos mal acostumbrada y tendrían que pasar varias fechas mientras nos acostumbramos nuevamente al fútbol nuestro. Otros hablaban de que es comienzo de torneo, que los equipos están duros, que hay temor escénico, que poco a poco se van a soltar y que están pagando el duro trabajo de la pretemporada. Ni lo uno, ni lo otro.

Nadia se sienta frente al televisor a ver un partido Huila – América, o un Junior – Pereira pensando en España – Holanda o en Alemania – Uruguay. Eso es ilógico. Nadie quiere comparar a los clubes criollos con las selecciones nacionales que hicieron presencia en Sudáfrica 2010. Eso sería no guardar las distancias, que son inmensas. El referente del mundial sirve para tenerlo presente cuando justo juegue la selección nacional. No más. Las valoraciones hechas el mes pasado, marcan tendencias en el fútbol, pero no pueden aplicarse de manera directa sin pasarlas por el cedazo de la situación actual de nuestros clubes, que se debaten entre la pobreza y la falta de organización.

El torneo nuestro es un certamen corto, yo diría que demasiado. En tres meses y medio, es decir en 14 semanas, se resuelve la clasificación. Los equipos vienen de dos meses de trabajo, y por duros que estén no pueden estarlo tanto, pues en un mes y medio ya habrá equipos sin opción de estar en los ocho. No creo que los preparadores físicos trabajen pretemporadas duras para un certamen tan corto, que requiere que el equipo tenga regularidad de principio a fin.

Es increíble que con dos meses para preparar la participación en el torneo que comenzó esta tarde, muchos equipos en Colombia, incluso los pocos que tienen dinero, sigan buscando refuerzos. El torneo comenzó y más de la mitad de los equipos no tiene definida totalmente su nómina. Se jugó la primera fecha y a más de un equipo se les vio improvisando jugadores en algunos puestos. Se disputaron los primeros tres puntos y los equipos que vendieron a sus estrellas evidenciaron la dependencia que tenían de ellos. Bobadilla, Dorlan y Muriel, por ejemplo, hoy brillaron por su ausencia. Es poco una fecha para juzgar, pero por lo que se escucha en cada plaza, son muchas las decepciones, varios los compases de espera y muy pocas las confianzas.

La Liga Postobón 2 seguramente será dramática. De eso no hay duda. La lucha por el descenso y la alta posibilidad matemática de estar en las finales (8 de 18 pasan) es garantía de ese dramatismo. Otra cosa es que la Liga sea de buen nivel. Por lo visto en la fecha 1, el regreso de Gabriel Fernández y la presencia de Barrionuevo y Morel van a poner el toque diferente. Los equipos con proceso como Caldas, Junior y Tolima van a ser protagonistas. Los que cambiaron de técnico como el Medellín y el Pereira van a sufrir. Los resultados van a ser apretados, el espectáculo va a ser poco, y los equipos buscarán desesperados nuevas y jóvenes figuras, para venderlas rápidamente y salvarse económicamente. Las aficiones volverán poco a poco, sobre todo en los cuadrangulares, y no faltarán los problemas entre barras bravas en las vías del país. Lo que nos salvaría sería un equipo que le apueste a jugar bien, a atacar y a regalar buen fútbol… pero no lo veo.

viernes, 16 de julio de 2010

La bolita mágica (1)

SIN PAN, PERO CON CIRCO
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez

A falta de pan, bueno es el circo. Terminado el mundial y coronado España como nuevo rey del fútbol mundial, es hora de volver a la pobre realidad colombiana. Con un desempleo que en el país supera el 12 por ciento (eso dice el DANE y muchos no le creemos) y con un empleo informal en franco crecimiento, sólo nos queda el mediocre fútbol colombiano como diversión.

Y aunque no fue mucho lo que dejó Sudáfrica 2010 desde el punto de vista técnico-táctico, toca esperar lo que nos depara la Liga Postobón, aunque a priori podría decirse que va a ser muy poco y que no va a distar mucho de la acostumbrada pérdida de tiempo de los arqueros, las patadotas de los volantes de marca, las tribunas semivacías y los garrafales errores de los árbitros.

A continuación, lo más destacado del panorama que se observa para el segundo torneo del año:

Pocas por no decir ninguna contratación importante, salvo los interrogantes que pueden generar jugadores como Martín Morel, la nueva figura del Deportivo Cali, y, tal vez, Federico Barrionuevo, contratado por el Cúcuta Deportivo.

Un Medellín que no ha podido recuperarse de la salida de su goleador, Jackson Martínez, y que ahora tendrá que enfrentar el duro golpe que significa la partida del mejor arquero del equipo rojo en toda su historia, Aldo Bobadilla.

Los dos equipos con mayor número de estrellas en la historia de Colombia, Millonarios y América, tratando de salir de profundas crisis económicas y administrativas. Los capitalinos con nuevos dueños y la esperanza de volver a los puestos de vanguardia después de más de 20 años de fracasos. Y los diablos rojos “rezando” para que los saquen de la lista Clinton, de tal manera que puedan conseguir patrocinadores, abrir cuentas bancarias y contratar jugadores de prestigio que le ayuden a salir de la zona de descenso.

Un Independiente Santafé que, una vez más, promete la séptima estrella después de 35 años de decepciones y amarguras para su gran hinchada.

Un Deportivo Cali que, como todos los años, se arma hasta los dientes sin que pase nada con él. Y con una inacabable cantera de jugadores jóvenes que desprecia y vende cuando apenas despuntan, sin madurar.

Un Atlético Nacional que espera pagar la gran deuda que tiene con su hinchada, la más grande del país, y que aspira a que sus contrataciones justifiquen por fin la gran cantidad de dinero que invierte en ellas.

Un Deportivo Cúcuta que espera recuperar el nivel que alcanzó a comienzos de esta década y evitar así el peligro de descenso que hoy le asecha.

Un Envigado que aspira a meterse entre los ocho y a seguir vendiendo los grandes jugadores que salen de sus divisiones menores, la mejor cantera del país.

Un Deportes Tolima que espera seguir jugando y ganando durante el torneo, pero no desinflarse al final como le ha sucedido en los últimos años.

En fin, “un montón de equipos del montón” que por lo menos nos sirven para olvidar por ratos los grandes problemas que tiene este país. La risa que hay que aguantar…

miércoles, 14 de julio de 2010

Columnista Invitado (1)

A partir de hoy abrimos nuestro blog a todos aquellos que quieran escribir sobre deporte y experimentar en textos literarios o periodísticos en este campo. Obviamente, nos reservamos el derecho de publicación. Los aportes pueden enviarlos a deporteenletras@gmail.com  Hoy, le damos espacio al periodista camilo Castellanos, de Teleantioquia, quien nos envió el siguiente texto sobre la Copa Postobón.

La Copa Regresiva
Por Camilo Castellanos

Aunque hubo muchas figuras en el mundial, que terminaron mitigando el pobre espectáculo, y con las pollas ganadoras en su mayoría por mujeres, un nuevo capitulo del fútbol en Colombia se reabre desde hoy.

Se trata de la nueva para muchos, despreciada por otros y ganada por equipos que en el papel no ganan en el torneo domestico: la copa postobón.

La misma que se jugó en Colombia por seis ocasiones, desde su primera edición en 1950-51 hasta su última en 1989. (Las tres primeras en la famosa época del "Dorado") y que regresó hace 2 años luego de su suspensión por el asesinato del árbitro Álvaro Ortega.

Por eso no es raro pasar de Iker Casillas a ver el debut del Breiner Castillo con el DIM, en apenas 3 días. Los 2 tienen grandes condiciones, sólo que en diferentes dimensiones.

En pocas palabras, todo vuelve a la normalidad pasando de una realidad triunfalista y universal, a una realidad en la que debemos estar o cómo dice Don Darío (el taxista que hace la ruta para “A primera hora”: “nos someten a estar”.

Un torneo en el que "Las Águilas Doradas" de Itaguí no quieren perder vuelo y en el que el cupo a la Copa Suramericana es un total incierto.

¡Vuelve nuestro adorado fútbol! en medio de las intensas definiciones de las etapas del Tour de Francia y en medio de la discusión del mundial 2026: Otro capítulo de una dimensión en la cual Colombia quiere ser protagonista ante la imposibilidad de ganar e incluso de participar.

El mundial desde la casa (32 y último)

JUGAR COMO ESPAÑA O JUGAR COMO ES
Por Jhon Jaime Osorio

Terminó el mundial y como era apenas lógico, comenzaron las reflexiones. Claro, también las exageraciones. Del domingo a hoy he escuchado en diferentes medios afirmaciones como que España fue fiel el toque y lo impuso para el mundo, que el fútbol tiene que ser como el de España, que no tenemos que untar del estilo Español, que España recuperó lo que Colombia tenía hace 20 años, que para ganar hay que jugar como España y que España recuperó el fútbol romántico. Como en los exámenes de selección múltiple: ninguna de las anteriores.

Si algo quedó claro en Sudáfrica 2010 es que el fútbol mundial cada vez trabaja más en las estructuras y esquemas defensivas y piensa menos en la función ofensiva. Los equipos de fútbol cada vez trabajan más para no perder, para “sacar el cero” como dicen los técnicos. De esta conclusión no se salva ni España, el campeón. El romántico, de muchos goles, de jugadas espectaculares y de técnica depurada, como dice el corresponsal, “Ricardo Jorge… ese fútbol… se murió”

España jugó al toque, a la tenencia de la pelota. Más de 3000 pases en 7 juegos que le contabilizó la FIFA en sus estadísticas así lo confirman. El equipo de Vicente Del Bosque se defendía teniendo el balón. Lo escondía. Adormecía a sus rivales. Para definir, cambiaba de ritmo y de velocidad de juego y resolvía. Poco, pero resolvía. Marcó 8 goles en 7 juegos y se convirtió en uno de los campeones del mundo con menos poder ofensivo.

El fútbol de toque no lo inventó esta España y tampoco la de la Eurocopa. La España de los mundiales del 86, 90 y 94 jugaba a lo mismo con Michel, Gorriz, Guardiola, Baquero, Butragueño y Salinas como base. Incluso, de la mano de Zarra el equipo del 50 ya había dado las primeras pinceladas de ese fútbol. El toque ha sido siempre la personalidad del fútbol español, como lo es el fútbol aéreo para Inglaterra o el pressing para Uruguay.

El fútbol no tiene que ser como el de España, como tampoco lo fue similar al de Italia hace cuatro años, o al Francia después del mundial del 98. En el fútbol como el arte y como en la vida, es un error copiar un estilo. El estilo es uno y es original. Cada pueblo tiene su ideosincracia y su fútbol debe proyectar su cultura. Hace poco, en Colombia aparecieron algunos técnicos que se dedicaron a buscar jugadores altos y corpulentos, según ellos para mejorar el biotipo de nuestros seleccionados; una copia burda de la esencia de los europeos. Obviamente, fracasamos. Hay conceptos que pueden ser asimilados, hay jugadas que pueden incorporarse a la estrategia pero el estilo es único. El problema es cuando uno no lo respeta, o peor, cuando no lo ha encontrado.

En el mundial, España ganó porque respetó su esencia histórica, ajustando algunas debilidades mentales que siempre tuvieron sus jugadores. También ganó porque encontró lo jugadores ideales para el libreto del técnico y porque el técnico supo “libretear” para los actores que tenía. Uruguay llegó lejos porque fue fiel a su estilo, Alemania no ganó el título porque está en proceso de ajuste respetando su estilo pero incorporándole elementos nuevos de técnica y talento, Holanda perdió la final porque renunció a su estilo. Ahora viene la pregunta del millón: ¿cuál es el estilo de Colombia?, ¿cuál es la esencia del fútbol de cada equipo y de cada región del país? El problema del fútbol pasa por la cultura, por la identidad.

P.D. Con esta reflexión cierro mi serie EL FÚBTOL DESDE LA CASA; espero haber aportado algo a la manera de vivir el mundial. Espero que les haya gustado el blog. Espero que a partir de mañana las reflexiones que haga sobre otros deportes les llamen la atención y les inviten a reflexionar sobre este maravilloso mundo del deporte. Ah, también espero en cuatro años poder tener una columna que se llame EL FÚBTOL DESDE RÍO. Gracias.

lunes, 12 de julio de 2010

Túneles y chilenas en África (26)

LO NUEVO QUE DEJÓ SUDÁFRICA
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez

Terminó el mundial de Sudáfrica y son muchas las cosas, buenas y malas, que deja esta cita mundialista. A continuación destacamos las principales novedades de la primera Copa Mundo en territorio africano.

1. Un nuevo campeón: después de muchos mundiales, por fin ganó el que mejor fútbol mostró (el único), el que siempre fue favorito en todas las apuestas. Y lo hizo por primera vez en la historia.

2. Una nueva figura: convertida en eso por culpa de los medios, el pulpo Paul se robó el show del mundial. A falta de buen fútbol y de figuras descollantes, bueno era poner los ojos en otro meridiano para buscar noticias más positivas.

3. Un nuevo instrumento: las vuvuzelas se convirtieron quizás en el artefacto más novedoso del mundial Por cuenta de este instrumento autóctono de África, seguramente, los estadios de todo el mundo se llenarán de un ruido ensordecedor a partir de la próxima semana.

4. Un nuevo estilo de juego: el de Alemania, no porque haya hecho una propuesta novedosa sino porque la que hizo difiere mucho de su habitual juego de potencia y velocidad. Los teutones mostraron que pueden usar otras fórmulas más sutiles, más técnicas y jugar mejor a la pelota.

5. Un nuevo fracaso: el de Italia, que no jugó a nada y salió muy rápido del mundial. El anterior campeón fue la burla de todo el mundo futbolístico por el oso que hizo al salir en primera ronda.

6. Un nuevo adivino: Pelé, quien por fin acertó en uno de sus pronósticos. Después de fracasar en todas sus cábalas de los mundiales anteriores, el rey predijo lo que todo el mundo sabía, que España sería el campeón.

7. Un nuevo baile: el Waka Waka, que seguramente será el baile de moda en el mundo entero hasta finales de este año.

8. Una nueva cintura: la de Shakira que la quisieran miles de delanteros de todas las selecciones. Con esa forma de menearse no hay defensa que la pare.

9. Un nuevo artista: Robben, el holandés, que dio clases de actuación en la final ante España; cada que se le acercaban a marcarlo fingía una falta y se revolcaba como culebra en el piso.

10. Un nuevo sueño: el de Colombia por llegar a la cita en Brasil 2014, después de no asistir a las últimas tres citas mundialistas.

Eso sí, acabó el mundial de Sudáfrica pero Deporte en Letras continúa con fútbol, noticias y literatura. Nos seguimos leyendo.

Ñapa: Tengo unas amigas a quienes ya les están diciendo las vuvuzelas porque llaman mucho la atención cuando se las ve y se las oye por primera vez; momentos después todos las quieren tocar; pero, al final, todo el mundo les saca el cuerpo por escandalosas…

domingo, 11 de julio de 2010

El mundial desde la casa (31)

FINAL - FINAL, NO FUE MÁS…
Por Jhon Jaime Osorio

Un árbitro perverso, una Holanda marrullera, una España intermitente y unos arqueros que tuvieron una tarde brillante y salvaron el espectáculo en la final. Así se resume el último partido de Sudáfrica 2010. España se llevó el título. Fue el campeón del toque - toque que no hace mucho daño, pues el equipo ibérico, con apenas 8 goles en 7 juegos, se coronó campeón. Claro, también se llevó el título el fútbol de buen trato a la pelota, el de la fortaleza defensiva y el de uno de los goleadores del mundo.

Al parecer, el árbitro Inglés Howard Webb dejó la tarjeta roja en Londres y hoy en la final de esta tarde le hizo mucha falta. Fue permisivo, desacertado y su criterio fue inversamente proporcional a su estatura. No podría haber otro el cierre del arbitraje pues reflejó fielmente el nivel mostrado a lo largo del torneo. Algo tendrá que hacer al respecto la FIFA si realmente están preocupados por el espectáculo y no por el negocio.


Lo de Holanda dejó triste al mundo del fútbol. Tenían un buen equipo, jugaba ordenado y por momentos trataba bien la pelota, era contundente cuando atacaba, pero hoy quiso ganar con la misma que superó a Brasil, sacando de casillas al rival. España cayó mucho rato en la trampa, pero al final la justicia divida apareció. Los naranjas hoy no hicieron honor a su estilo, ensuciaron su esencia, perdieron el Norte y se vieron como un equipo cochino. Como si fuera poco, la efectividad la mandaron para Amsterdam antes del juego. Un equipo con marrullas y excedido en la pierna fuerte no puede ser campeón. El fútbol no puede premiar, aunque ya lo ha hecho algunas veces, al que quiere ganar al borde del reglamento.

España consiguió su sueño. Fue el campeón. La historia nunca cuenta la forma sino el resultado. Fue un equipo tibio, aunque claro en su propuesta. No fue sombra de la selección española que vimos en la Eurocopa, pero con menos ganó el mundial. Un arquero enorme como Casillas, un central que le pone toda la virilidad al juego como Puyo, un lateral como Ramos que se echa el equipo al hombro, un medio campo de lujo con Iniesta y los dos Xavis, y un goleador histórico como Villa. El señor Del Bosque armó un equipo equilibrado en sus líneas y aprovechó el momento de los jugadores del Barza que le dieron una sólida estructura sobre la cual construir.

Hoy la final la hicieron los arqueros, y salvaron la tarde. Al verlos esta tarde, me ratifiqué en la idea, de que muchos le echaron la culpa al balón mientras los de hoy se dedicaron a su trabajo. El mundial fue malo, los arbitrajes pésimos, la final dramática y el campeón inédito. Ya habrá tiempo para los balances, y para el plan de mejoramiento, si la FIFA quiere. La verdad, no creo que quiera.

Túneles y chilenas en África (25)

EL FÚTBOL HOY BAILA FLAMENCO
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
España es el campeón y el nuevo rey del fútbol mundial; su triunfo ante Holanda es el resultado más justo de los últimos mundiales. Porque ganó el equipo que mejor fútbol jugó, el que puso el balón al piso y lo hizo circular, el que no especuló y siempre fue al frente, el que mostró el fútbol-arte que nos gusta a los amantes del mejor espectáculo del mundo. El mundial de Sudáfrica 2010 no podía tener otro campeón.

Ya lo habían demostrado en la Eurocopa de 2008, cuando arrasaron con su baile flamenco a todos los rivales, mostrando un fútbol preciosista, hilvanado y preparado como orfebre experto. Y aunque en esta cita orbital comenzaron con un traspié ante Suiza que hizo pensar a muchos en otra posible gran decepción, poco a poco fueron afinando el paso y recuperando el estilo de juego y la confianza que hoy los tiene como los mejores del planeta y con su primera estrella mundialista.

El triunfo ibérico se sustenta en el trabajo en equipo, en la labor de conjunto. España no fue una selección como muchas otras que llegaron a Sudáfrica llenas de caciques y esperanzadas en la inspiración de sus figuras. Por el contrario, sus jugadores se comportaron como un verdadero equipo lleno de indios que trabajaron por el colectivo, cada uno haciendo su labor con solidaridad por el compañero y respeto por la pelota.

Además, Vicente Del Bosque acudió a la vieja pero exitosa fórmula de conformar la selección con base en el mejor conjunto del torneo, el Barcelona, más otros cuatro o cinco jugadores que le dieran otras posibilidades y que marcaran la diferencia. Para qué inventar lo que ya está inventado, diría el técnico español.

Y con esa coreografía llegaron a la final, en la que ese fútbol exquisito se impuso a la marrullería, al roce permanente, al juego siempre al filo del reglamento que expusieron los holandeses. No fue el mejor encuentro, no porque España dejara de intentar su fútbol de siempre sino porque Holanda trató de imponer su fortaleza física para impedir que lo derrotaran con el ya famoso tiqui taca.

Por todo lo anterior, no hacía falta ningún pulpo endiosado por los medios ni era necesario ser el más experto de los comentaristas deportivos para predecir que España iba a estar en la final y tenía las mayores posibilidades de ganarla. Creo que el 90 por ciento de las encuestas la daban como gran favorita. Y hoy, por fin, las pollas del mundial se cumplieron para la gran mayoría.

Y ganó el fútbol, como hacía mucho tiempo no ganaba en un mundial. Por eso, que viva España, y olé…

Túneles y chilenas en África (24)

FÚTBOL PARA EL POETA
Pro Diego Alonso Sánchez Sánchez

El gran poeta uruguayo Eduardo Galeano, amante inconmensurable del fútbol, había manifestado en una entrevista reciente que esperaba de Sudáfrica 2010 una fiesta para los ojos. Y bueno, tal vez en esta Copa del Mundo no se vio el mejor fútbol de la historia, pero sí creo que la selección de su país deleitó al maestro con su oficio, esfuerzo y seriedad.

Uruguay vendió cara su derrota y demostró, una vez más, que en el fútbol como en cualquier campo de la vida las ganas y el amor propio son indiscutibles factores de éxito. Por eso el cuarto lugar alcanzado por los charrúas en Sudáfrica 2010 debe ser considerado como el inmenso triunfo de una nación que, con apenas 3 millones y medio de habitantes, produce por montones futbolistas para la élite mundial.

Lo de los charrúas es encomiable desde todo punto de vista. Primero, porque nadie daba nada por una selección que clasificó por repechaje; segundo porque les correspondió un grupo en el que los llamados a liderar eran Francia como uno de los encopetados de Europa, Sudáfrica como anfitrión, y Méjico como potencia de Centroamérica y con una de las ligas más competitivas de América

Pero los uruguayos, fieles a su filosofía de vida y de juego, no se acobardaron y enfrentaron todos y cada uno de los juegos con orden, disciplina y entusiasmo. De esa forma, en el camino quedaron Francia y Sudáfrica en primera ronda, Corea del Sur en segunda y Ghana en octavos de final. Y si bien perdió sus dos últimos compromisos frente a Holanda y Alemania, los dos marcadores idénticos (2 X 3), muestran que no fue fácil para ninguno de los dos gigantes europeos derrotar a los dirigidos por Tabárez.

La fórmula uruguaya es simple: a sus condiciones físicas y futbolísticas les adicionan la fuerza testicular, aquella que los argentinos llaman “huevos” y que se traduce en luchar hasta el último minuto, no dar ningún valor por perdido y, algo destacable, no sentirse inferior a ningún contrario, así éste se gane uno o dos millones de dólares más cada mes.

Esa misma fórmula es la que hace que Uruguay sea uno de los países del mundo en cuanto a exportación de futbolistas, pese al poco número de habitantes que posee, en relación con naciones como Brasil y la misma Argentina. Los futbolistas uruguayos brillan tanto en las ligas europeas como en la mejicana, en la argentina o en cualquiera de los campeonatos de Centro y Suramérica.

Ojalá todas las selecciones suramericanas aprendieran la lección que les ha dejado el conjunto uruguayo. Ojalá todas llegaran con humildad y amor propio; qué bueno sería que los jugadores llegaran a cualquier competición pensando más en la gloria para su país que en engordar su cuenta bancaria personal. Así no les pasaría lo de Ronaldiño en el mundial de 2006, que se gastaba más tiempo con sus patrocinadores que en las canchas, y por eso no fue invitado a Sudáfrica 2010.

sábado, 10 de julio de 2010

El mundial desde la casa (30)

ENTRE CAMPEONES SIEMPRE HUBO BUEN FÚBTOL
Por Jhon Jaime Osorio

Algo tienen de especial los partidos entre campeones mundiales. Son apenas siete equipos, aunque mañana ya serán ocho y las posibilidades de que se crucen son pocas por la misma estructura del mundial que los coloca en grupos diferentes; pero cuando se encuentran en instancias definitiva, los partidos siempre resultan clásicos.

Si repasamos lo ocurrido en Sudáfrica, el primer duelo de campeones fue el juego Uruguay – Francia, en la fase de grupos. El juego se dio en el comienzo del mundial, porque la FIFA castigó la escandalosa clasificación de Francia con aquel famoso gol ante Irlanda, con mano clara de Henry. Fue el primer partido de ambos en el mundial y aunque se cuidaron mucho, podríamos decir que fue el único encuentro decente del equipo galo, tal vez el problema interno no había reventado, y el partido en que los charrúas dieron un campanazo de alerta con su fútbol serio, organizado, de pressing y obviamente de mucha garra. Fue además, el único duelo de campeones que terminó sin goles en este mundial. Un partido “bravo”, de los pocos aguerridos de la primera fase del torneo. Claro, había campeones en la cancha.
 
La fase de grupos eliminó a dos titulados, Francia e Italia, y dejó a cinco entre los 16 mejores del mundo. En octavos, el duelo de campeones mundiales les tocó a Inglaterra y Alemania. Clásico completo. Partidazo. Inolvidable por muchas cosas. Un 4 – 1 en el que brilló Alemania y se destapó Klose. El famoso encuentro donde el árbitro le negó un gol a Inglaterra con un balón que entró pero que a juicio de la terna no, y una despedida tempranera para otro campeón; en uno de los pocos partidos de talla que se vio en esta copa. Se fueron los ingleses y a los cuartos de final clasificaron cuatro campeones mundiales entre los ocho mejores equipos del mundial. Otro partidazo entre equipos que han ido marcados en la historia del fútbol.

La tercera fase nos ofreció otro duelo de campeones mundiales. Argentina se las vio con Alemania. Los teutones fueron ampliamente superiores y los argentinos agacharon la cabeza, acto que no suelen hacer con frecuencia. Otra vez, cuatro tantos del equipo germano, que para mi gusto, así no sea el campeón, fue lejos el mejor equipo del mundial. Otro clásico. Otro juego para grabar, de los pocos que paga tener. Partido brillante, con Alemania arrolladora. Una vez más, espectáculo garantizado. ¿Adivinan por qué? Nuevamente los campeones del mundo cara a cara.

El último duelo de campeones orbitales lo vimos esta tarde. Uruguay ante Alemania. 3 – 2 muy ajustado en contra de la celeste. Otro partidazo. Claro, entre equipos que tienen títulos que nadie les podrá quitar.


Si repasamos todos los encuentros, en mi balance se salvan muy pocos partidos. A parte de los clásicos de campeones, que todos salieron buenos, rescato con esfuerzo: México – Uruguay, Dinamarca – Japón, Eslovaquia – Paraguay y Chile – España en la primera fase; Estados Unidos – Ghana, Argentina – México y Brasil – Chile en la segunda; Uruguay – Ghana y Holanda – Brasil en cuartos de final; y la semifinal de Uruguay con Holanda. De resto, muchos juego mediocre.

Después de repasarlo todo, creo que el mundial no alcanza calificativo ni siquiera de regular. Las vuvucelas, las predicciones del pulpo Paul y los malos arbitrajes fueron los temas que se impusieron por encima del fútbol como juego y como espectáculo. O sobran equipos y hay que bajar nuevamente el número a 24, o hay que redistribuir los números de equipos clasificados por zonas, o hay que revolcar las estructuras para los equipos lleguen en mejor condición, o simplemente hay que hacer un mundial sólo con los campeones del mundo. Con ellos, el espectáculo va a la fija.

Túneles y chilensas en África (23)

ALEMANIA vs URUGUAY, NO POR CUMPLIR PORQUE YA CUMPLIERON
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez

El resultado del partido de esta tarde entre Alemania y Uruguay no importa mucho, ambos equipos ya cumplieron. En cuanto al conjunto suramericano, ojalá alcance el tercer lugar, además porque dejaría aún más en alto el fútbol de este continente, pero lo alcanzado hasta el momento por los charrúas es mucho más de lo que todos pensábamos; llegar hasta la instancia final por encima de equipos encopetados como Brasil, Argentina, Italia y Francia es una muestra no sólo de capacidad futbolística sino también del inmenso amor por la camiseta que distingue a los orientales.

Por eso considero que Alemania no la tiene nada fácil con el equipo que lidera Diego Forlán. Contrario a lo que muchos creen, los teutones tendrán que esforzarse mucho para superar el planteamiento siempre ordenado y práctico del maestro Tabárez. Además, ya Uruguay ha demostrado su poderío ofensivo sustentado en jóvenes valores como Fucile, Cavani y Suárez, que se suman al trabajo serio y comprometido de jugadores con trayectoria como Forlán, Lugano y Godín. Y, cuando no ha sido suficiente todo lo anterior, el conjunto suramericano ha acudido a la reconocida garra charrúa para vender caras sus derrotas. Los últimos 15 minutos del partido frente a Holanda son una muestra de ello.

Alemania, por su parte, también hizo un gran mundial, tanto que llegó a estar en las pollas de muchos como el posible sucesor de Brasil y, pese a que no hizo un buen partido en la semifinal frente a España, mostró que con un poco más de atrevimiento hubiese podido tomar revancha del resultado de la Eurocopa de 2008, cuando fue derrotada en la final por los ibéricos.

Lo que tiene el conjunto teutón es un futuro inmenso. A los ya consagrados Podolsky, Lahm, Klose y Schweinsteiger se le sumaron jóvenes talentosos como Ozil y Mueller y Jensen. El técnico Joachim Löw puede estar tranquilo porque si con una selección todavía inexperta llegó a la final de la Eurocopa y hasta las instancias definitivas en Sudáfrica 2010, seguramente en los próximos años vendrán muchos triunfos que le permitirán mantenerse en la cumbre del fútbol europeo y mundial.

Así que el partido de este sábado en la tarde tendrá a dos grandes selecciones, cada una con un gran futuro y con un estilo de juego muy propio. Y si bien después del primero todos son perdedores y los ojos del mundo, hasta los del pulpo, están puestos sobre la final de mañana, confiamos en que esta tarde se vea un magnífico encuentro, con dos equipos que tienen mucho más por ganar que por perder. Así en este mundial ya hayan ganado tanto.

El mundial desde la casa (29)

EL HONOR DE SER TERCERO
Por Jhon Jaime Osorio

Ser tercero en un mundial no es un premio de consolación, como piensan muchos. No creo que sea un partido que nadie quiera jugar, como afirmaron en un canal de televisión. Tampoco comparto la idea de que es el juego de la resignación y la desilusión. Incluso, pienso que el partido para definir el bronce muchas veces resulta más emocionante que la misma final. El de mañana, por los rivales, los antecedentes y las circunstancias que tiene no puede ser la excepción.

Por pergaminos mundialistas Uruguay – Alemania tiene mucho más que el juego Holanda – España. En el juego por el tercer lugar se miden un doble y un triple campeón del mundo. En la final se verán las caras un doble subcampeón y un equipo que siempre ha decepcionado en los mundiales y que, entre otras cosas, podría hacerlo en la pelea por el título. No sería extraño. Sí lo es que dos ex campeones mundiales se enfrenten por un último escalón del podio.

Las circunstancias también ayudan al juego. Uruguay revalidó su historia llegando a la semifinal, ha sido el equipo más aguerrido del mundial y el bronce sería un cierre brillante para “salvar los platos” de Suramérica, una región que se reventó y decepcionó en los cuartos de final. Alemania por su parte, tiene el golpe anímico de la derrota en la semifinal, pero cuenta con las ganas y los bríos de una camada de jóvenes que quieren mostrarse, que todavía tienen hambre de triunfo y que ven en cada partido, así sea por el tercero, la oportunidad de consagrarse. Como si fuera poco, su goleador Klose tiene una sola oportunidad de hacer historia igualando o superando a Ronaldo como máximo artillero de todos los mundiales, es mañana. Como si fuera poco, El mismo Klose y Mueller por Alemania, y Forlán y Suárez por Uruguay están en la lucha por el codiciado botín de oro; un ingrediente más.

Alemania es experta en ganar terceros lugares. Incluso a Uruguay le arrebató el bronce en México 70. Hace cuatro años, jugando en casa, también lo logró. Está golpeado, pero ha demostrado muchas veces que se repone fácil. Los charrúas, por su parte, se hicieron célebres en Sudáfrica porque jugaron partidos increíbles que quedaron en la memoria del fútbol para contarse en la historia de los mundiales. Su clasificaron sufrida por repechaje ante Costa Rica, el paso dramático a semifinales ante Ghana, el primer juego en el que destaparon los problemas de Francia, la victoria ante Corea; nada raro que frente a Alemania nos regalen un plato inolvidable por las circunstancias que ofrezca.

Para los uruguayos, el de mañana no será un juego distinto. Saben de sobra que un partido no se gana solo con ganas, pero serán fieles a su estilo y seguramente “la romperán”. Llegaron al mundial sin favoritismo y con humildad, y tienen la oportunidad de subirse al podio. Para la pragmática de los alemanes, el de mañana no será el último partido en Sudáfrica sino el primero mirando a Brasil. Algunos veteranos como Klose saben que este puede ser su último partido en un mundial, pero los seis jugadores menores de 25 años saben que en este partido comienza su preparación para ir por el título que les ha sido esquivo durante 20 años y que lo será, por lo menos, durante 24.

Puede que sea un partido raro; pero no malo, como la mayoría de este mundial. Ambos equipos estuvieron cerca de la final; los dos están golpeados por esto. Sin embargo, la fiesta es cada cuatro años, y el último baile se tiene que hacer bien. No olvidemos que están en juego el orgullo de cada nación, que en ambos casos, lo tienen; y es mucho.

jueves, 8 de julio de 2010

El mundial desde la casa (28)

EL MUNDIAL EN LOS TENTÁCULOS DEL PULPO
Por Jhon Jaime Osorio

Es tan malo el nivel de las individualidades en el mundial que la gran figura ha sido Paul, el pulpo que predice los resultados. Lionel, Cristiano, Robinho, Kaká y muchos más, que llegaron precedidos del reconocimiento público por las actuaciones con sus equipos, tendrán que hincarse ante el verdadero rey del mundial, un molusco británico adivino, hospedado en un acuario alemán, que increíblemente anunció antes de los partidos los seis resultados del equipo germano hasta el momento.

Para los escépticos como yo en temas de brujería, fetichismo, adivinos, extraterrestres y asuntos paranormales, lo del pulpo no pasa de ser una casualidad, una producción de la imaginación popular, un fenómeno inflado por los medios masivos y un montaje, de carácter circense, que ha tenido un éxito desbordado gracias al desastre futbolístico que hemos visto durante un mes.

Paul fue el pretexto ideal para ocultar los defectos futbolísticos de Inglaterra, de Argentina y finalmente de Alemania. Sirvió de efecto terapéutico para descargar el odio, la rabia y la impotencia de los alemanes tras la derrota de su equipo en una semifinal por segundo mundial consecutivo. Es el tema de moda en el mundo; pues nadie habla de fútbol sino que todo el mundo habla de Paul. El molusco es la verdadera cortina de humo que necesitaba la FIFA para ocultar los graves errores arbitrales, la pobre preparación de los equipos, el cansancio de los jugadores y el pobre nivel de este mundial.

Gracias a Paul, muchas cosas pasaron de agache, fueron obviadas en medio de la euforia por el animal adivino. Como toda magia, los aciertos de Paul deben tener un buen truco. Podría ser sencillo como el lado del que ponen las cámaras, las luces o la gente; tal vez más complejo, como el tipo de alimento en cada cajón, el color o el brillo de la bandeas; o algo más volado podría ser un aprendiz de Acuamán que le esté enviando señales con la mente y lo dirige al lugar donde debe hacerse. El señor Blatter y los demás señores que aparecen en los palcos en todas las transmisiones de tv, deben estar felices de ver al mundo embobado con un octópoda, mientras ellos cuentan los ingresos millonarios que les deja el mundial y le echan tierrita a las grandes problemáticas del fútbol que se evidenciaron en Sudáfrica 2010.

El famoso cefalópodo ya tiene su propia página web (www.elpulpopaul.com). En Facebook y otras redes sociales es una celebridad. Tiene clubes de fans y ha generado todo tipo de campañas para salvarlo, exiliarlo, nombrarlo técnico de alguna selección y hasta para convertirlo en ceviche. Es más famoso que el doctor Octopus, aquel que enfrentó al hombre araña.

Insisto en mi escepticismo. No le he creído al pulpo, ni le creo al loro que apareció hoy. No le creo a los brujos africanos, ni mucho menos al mago Lorgia que dejó la urna cerrada en Bogotá con el ganador del mundial. No creo en predicciones y menos en las que se hacen en el fútbol, un deporte cuyo encanto es precisamente la posibilidad de que cualquier cosa pueda ocurrir. No creo que quien gane una de las famosas “pollas mundialista” sepa más de fútbol que los demás; jugar a acertar el marcador entretiene, pero no forma. El fútbol no es de pulpos, sino de hombres; y por ende, de errores, no de adivinanzas.

El vidente no es el pulpo, sino el que montó todo este show que ya empieza a fastidiar. Para mí, no hay milagro natural, sino una serie de coincidencias que nada tienen que ver con el juego del balompié. El mundial debió jugarse en las canchas de Sudáfrica, pero como a quienes fueron a jugarlo el espectáculo les quedó grande, se terminó jugando en los medios. A todas estas, ¿qué dirá el pulpo?

Túneles y chilenas en África (22)

ENTRE POLLAS Y PULPOS
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Yo creo más en el fútbol que en el pulpo, así el primero haya escaseado en este mundial y el segundo siga siendo el principal objeto de atención de los medios de todo el planeta. Por eso, el resultado de la semifinal entre España y Alemania es más que obvio, así, por suerte, me hubiera tocado poner al conjunto teutón como campeón en la polla mundialista.

En mi país, suelen decir los abuelos: “si los jóvenes supieran y los mayores pudieran”, para expresar la dicotomía que se presenta entre quienes tienen todos los bríos pero les falta inteligencia y tacto, y quienes tienen toda la sabiduría que da la experiencia pero adolecen de falta de arrestos suficientes para enfrentar una faena, cualquiera que sea.

Quizás por ello el triunfo de España contra Alemania no sorprende. Es cierto que los alemanes habían mostrado una efectividad y un juego arrasadores, pero no se habían encontrado con un equipo como el español, maduro, hecho y derecho, como dirían las abuelas. Los ibéricos mostraron que más sabe el diablo por viejo que por diablo, con paciencia y fieles a su estilo de juego de toque y balón a ras de piso, derrotaron a una Alemania imberbe aún para el fútbol, con las ganas y el entusiasmo de un púber pero con su misma ansiedad y desespero. Un equipo al que le dio “cutu cutu” atacar, tal vez porque al frente tenía

España ganó con la suya y reacomodó las pollas de todo el planeta que lo daban como gran favorito desde mucho antes de comenzar la cita mundialista. Alemania murió con la de ellos, apostándole a la fogosidad y el entusiasmo de sus jóvenes jugadores que no tuvieron la sabiduría para cambiar la historia. Y desacomodó las pollas de quienes se montaron al bus de la victoria después de los rutilantes y tal vez irreverentes triunfos ante Inglaterra y Argentina.

Así es que no se necesitaba un pulpo endiosado por los medios de comunicación para atreverse a pronosticar que España estaría en la gran final de Sudáfrica. Es más, las mismas pollas demostraban que después de la Eurocopa y de ver el juego del Barcelona, con 7 de sus jugadores en la selección, los ibéricos darían de qué hablar en este mundial.

Les falta poner la rúbrica el domingo frente a Holanda, una selección similar a Alemania, con jóvenes promesas y algunos jugadores consagrados. Tampoco es que vaya a ser pelea de toche con guayaba madura, pero creo que también pesarán la sabiduría y la tranquilidad de la experiencia.

Salvo que aparezca en el panorama cualquier animal raro que acabe de una vez con todas con las pollas y cambie la historia. Difícil pero posible, porque esto es África…

El mundial desde la casa (27)

AL MIEDO NO LE HAN PUESTO PANTALONES
Por Jhon Jaime Osorio

Dicen las abuelas que “al miedo no le han puesto pantalones”; ni siquiera en Alemania y mucho menos en el fútbol. Hoy, el temible y arrollador equipo germano salió a la cancha absolutamente desconocido, deslucido, indeciso y timorato; con demasiado respeto por su rival, España. Vimos la Alemania irresoluta e ineficaz del juego ante Serbia, con el lastre de la final de la Euro a cuestas. El fantasma pesó demasiado. Ni sombra del equipo arroyador y versátil que pasó por encima de Australia, Inglaterra y Argentina. Esta Alemania de hoy fue otra muestra de la irregularidad de los equipos grandes del fútbol orbital en este mundial y de cómo las circunstancias del juego son decisivas para su marcador.

Es curioso que la ausencia del más joven de un equipo pese tanto en una selección. Quedó claro que a sus 22 años de edad, Thomas Mueller es el pistón del equipo, el que enlaza el medio con el goleador Klose, el apoyo para Podolski y el socio ideal para Oezil. Hoy no estuvo, y su ausencia se sintió. Hoy Alemania fue un equipo plano, desordenado, pasivo y sin su mortal contragolpe. La verdad, no creo que haya sido por el planteamiento de su rival, que en algo puede incidir, pero creo que el tema pasa por la condición mental. Alemania recordó el pasado, dejó crecer los fantasmas y se asustó con la camiseta que tenía al frente.

Como partido, la semifinal de esta tarde no será recordada como un gran encuentro; solamente en España, lo que es apenas obvio. Todos esperábamos la final anticipada, el gran clásico de Europa, y la verdad, fue un partido más sin mucho drama, sin emociones, como tantos en este mundial. Parecía un amistoso de esos previos al mundial, donde los equipos jugaban por cumplir con la práctica y trataban de hacerse el menor daño. La única diferencia es que hoy, aunque no parecieran, se estaban jugando el paso a la final del mundial número 19 de la historia.

Con poco, España manejó el partido. Su toque es preciso, pero no es dinámico. Tiene la pelota pero hace poco daño. Villa no lució, se perdió acompañado de Pedro, pues tuvo que trabajar más. Los laterales no salieron cuidándose del contragolpe alemán y los volantes, a excepción de Iniesta, estuvieron opacos. No es su culpa, hoy con eso, a España le alcanzó.

La gran emoción del partido no estaba en el juego y eso ya es síntoma de que el encuentro fue malo. El mundo entero estaba a la expectativa de la predicción de Paul, el pulpo que les ha pegado a todos los resultados de Alemania en este mundial, y que anunció ayer la victoria de España. Un invento más de la imaginería popular que le ha dado un toque folclórico al mundial más pobre de los que he presenciado.

La cabeza de Puyol le dio la razón al pulpo, metió a España a su primera final y acabó con la ilusión de un tricampeón que pisaba fuerte en el mundial, pero que hoy apenas se sintió. En 90 minutos, Alemania pasó de ser el protagonista principal del mes, a convertirse en un actorcito de reparto, con el más simple papel. Se cagó de susto, a todos nos ha pasado al guna vez.

miércoles, 7 de julio de 2010

Túneles y chilenas en África (21)

EUROPA Y AMÉRICA, ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA?
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Una final europea en el mundial de Sudáfrica no significa que ese continente sea infinitamente superior en fútbol a los demás. Si bien es cierto que el mejor balompié del mundo se ve en las ligas de España e Inglaterra, no se puede desconocer que eso se debe, en gran medida, a la calidad e los jugadores suramericanos que militan en los conjuntos de esas naciones. Son ellos quienes le ponen el picante y la emoción al balompié europeo.

Sin Lionel Messi, seguramente el Barcelona no sería tan avasallador en la Liga de España; sin Carlos Tévez, el Manchester City no estaría peleando los primeros lugares de la Premier League. Eso por hablar sólo de dos casos concretos, porque, como se sabe, la mayoría de los jugadores de los conjuntos suramericanos que participaron en este mundial juega en las ligas de Europa.

Creo que la gran diferencia tiene que ver más con asuntos económicos y culturales. Económicos porque nadie puede negar el poderío de ligas como la de España, Italia, Alemania e Inglaterra, con verdaderos clubes de fútbol como el Real Madrid o el Mánchester United, que gastan centenares de millones de dólares cada año en la adquisición de nuevas figuras, muchas de ellas suramericanas, a quienes además les firman contratos millonarios. Y culturales porque los europeos son más deportistas que futbolistas, es decir, su estilo de vida está influenciado por la disciplina y el orden propios de los profesionales de países desarrollados, y eso es lo que muestran en el rectángulo de juego. Mientras tanto, en la mayoría de los casos, para los suramericanos el fútbol es más una opción económica, una posibilidad de hacerle el quite a la pobreza que abunda en las naciones subdesarrolladas o en vías de desarrollo. Y aunque a veces es también una forma de expresar esa alegría característica de quienes nacieron en este lado del charco, su estilo de vida está viciado por los excesos y la falta de disciplina, dentro y fuera de las canchas.

En conclusión, los europeos tienen ventaja en la disciplina, orden y profesionalismo, mientras que los suramericanos llevan la delantera en técnica, picardía y alegría para jugar. Una combinación de ambos sería la fórmula mágica para estar siempre en la cumbre del fútbol mundial. Por el momento nadie ha mostrado una superioridad frente a los demás; así lo muestran las estadísticas: los suramericanos con lo suyo han ganado nueve mundiales y los europeos, con lo propio, otros nueve. Éste será el que incline la balanza a favor de los del viejo continente.

En Brasil 2014 deberá volver a emparejarse el asunto porque una ventaja de dos sí sería comenzar a hablar en otro idioma.

martes, 6 de julio de 2010

El mundial desde la casa (26)

CON LA GARRA CHARRÚA EN LA RETINA
Por Jhon Jaime Osorio

Es injusto no hablar de Holanda que ya está en la final, pero la verdad, esta tarde la garra charrúa se me quedó en la retina. Hoy comprendí visualmente, con el mejor ejemplo, qué es lo que tienen los uruguayos que históricamente han sido siempre difíciles de superar.

La garra charrúa no es dar zapato como dicen las abuelas “sin ton ni son”, no significa ser extremadamente fuerte, no se trata de jugar al borde del reglamento. De eso no se trata. La verdadera filosofía del juego uruguayo es una sencilla mezcla entre fuerza testicular y amor propio. Uruguay juega con la vitalidad de un equipo de barrio y con la una humildad única. Respeta a sus rivales y trata de ganarles legalmente, sus jugadores demuestran profundo respeto y amor por la camiseta de su país, y en cada partido luchan cada balón como si de él dependieran sus vidas. En este mundial, si algún equipo dejó en la cancha todo lo que tenía, fue Uruguay. Los celestes no están en la final porque su fútbol no les alcanzó para llegar, porque no tenían más.

Uruguay vendió cara su derrota; perdió con honores, aunque el verdadero honor está en la victoria. Los uruguayos recuperaron sus raíces, hicieron gala del orgullo, jugaron con el corazón, como verdaderos guerreros. Reivindicaron su historia. En los últimos minutos del partido hicieron ver muy mal al único equipo invicto del torneo. Es cierto que a los celestes les faltó magia, les faltó talento, pero con su orden y su garra enredaron a Holanda, uno de los finalistas.

La denominación charrúa hace honor a la única tribu organizada que existía en Uruguay cuando se firmó la primera constitución en 1830; y que por decisión del gobierno fue aniquilada. Fue una tribu cazadora y guerrera, exterminada por los colonos. De esa bravura los uruguayos de hoy no heredaron nada, pero su bravura y su nombre fueron reivindicados en el fútbol, actividad humana propia para reivindicarlo todo.

Suena curioso hablar del tema, cuando se supone que todos los jugadores del mundo, todos los equipos, deberían jugar con pundonor; con esa garra charrúa; pero no es así. Ganas, garra, cojones o guevas; de eso tampoco se vio en el mundial. Sólo Uruguay nos dio una lección de lo que es tenerlas bien puestas para jugar al fútbol.

Hoy el mundial nos dio otra lección: los destellos individuales y dos errores arbitrales decidieron más que el corazón, las ganas y la historia. Bueno, en estas dos líneas hablé de Holanda, digno finalista para un mundial así, intermitente.

Túneles y chilenas en África (20)

EL PECADO DE LA IDOLATRÍA
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Los argentinos no pueden perder su norte, no pueden jugar a idolatrar a Maradona so pena de caer en un abismo futbolístico que los lleve al desastre. Ningún suramericano como los gauchos vive más el fútbol, lo respira tanto; los jugadores de fútbol son tanto o más producto nacional que los churrascos. Y por eso mismo no se pueden equivocar apoyando a Diego como seleccionador nacional. Lo sucedido en Sudáfrica confirma que para ser técnico, buen técnico, se requiere, además de ser testarudo, por lo menos 5 años de fracasos.

La eliminación de Argentina a manos de Alemania no sólo mostró la superioridad en la cancha de un grupo de jugadores con sistema, ordenamiento táctico y oficio, frente a otros de gran calidad pero sin brújula ni argumentos. También evidenció que la diferencia se hace también en raya, allí donde se ubica quien tiene que dar luz a los jugadores, quien les debe orientar el camino a tomar en los momentos difíciles: el técnico. Después del primer gol teutón, Maradona se veía sorprendido y asustado, pero cuando llegó el segundo, era penoso verlo sin saber qué hacer, sin argumentos para tratar de cambiarle la historia al partido. En los momentos en que el partido necesitaba que le metieran la mano el entrenador, no había quién.

Es cierto que Diego es uno de los más grandes futbolistas que ha dado la historia; para muchos, el mejor de todos. También es innegable que un técnico debe ser un motivador y debe tener ascendencia en los jugadores. Pero pasar del vestuario a la cancha de un día para otro es un error demostrado con miles de ejemplos en todos los rincones del planeta. La labor de un técnico debe ser tanto motivacional como estratégica, y esto último se aprende mirando el fútbol desde afuera, analizándolo y recorriendo un camino largo en las pistas atléticas que rodean los estadios o en las canchas de barrio y barro. No basta con que le admiren por lo que fue, le deben respetar y seguir por lo que es. Además, como en cualquier profesión, a dirigir se aprende dirigiendo.

Razón le asistía a uno de los grandes comentaristas deportivos argentinos cuando dijo que si la selección de Maradona quedaba campeona mundial, había que romper todos los libretos de los técnicos del mundo. Esa frase, que la recogió un periodista colombiano, demuestra lo que muchos no se atrevían a decir por respeto al ídolo, que le faltaba aprender como técnico. Y la eliminación de Sudáfrica, cuando por primera vez enfrentó a un equipo grande, confirmó que tenía razón el comunicador.

El fútbol argentino merece mucho más que una idolatría equivocada, debe trascender la imagen de un ícono, por más que gloria éste le haya dado a la nación. Y así como le tocó esperar y aprender antes de hacerse grande en la cancha como jugador, deberá esperar, caminar y aprender para que pueda escribir otra gran historia como entrenador del seleccionado argentino.

Túneles y chilenas en África (19)

UN MUNDIAL SIN MAGIA…

Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Desde que tengo uso de razón amo el fútbol; por la pasión que despierta, por el arte que conlleva y por el lenguaje poético que lo acompaña. Nada más hermoso que una pared bien diseñada, un túnel o caño espontáneo, o una chilena que infle la red; nada más sublime que un gol, que, parafraseando a Camus, es el orgasmo de este juego. Y adoro los mundiales porque los considero la máxima expresión de ese arte deportivo. Es más, los ansío desesperadamente, como el joven aquél que espera impaciente la llegada de su chica a la primera cita.

Pero una de las cosas que más me han gustado siempre de los mundiales son sus figuras, los artistas de la pelota, de la gambeta, del pase perfecto o de la definición exquisita. Y Sudáfrica deja pocos, casi nada, nada… Todos esperábamos las cabriolas de Messi con el balón casi atado a su pie izquierdo, la exquisitez de Luis Fabiano para definir, y los tiros libres de Cristiano Ronaldo, con balones que describen en el aire parábolas indescifrables para los porteros. Pero esos sueños del balón no se cumplieron. Del argentino, sólo dos o tres jugadas que no terminaron en la red e hicieron que, por aquellas injusticias del fútbol, se marchara sin pena ni gloria; del brasilero, un gol fantástico, pero manchado por dos manos gigantes e invisibles para el árbitro; y del portugués, unas fotografías muy bien tomadas para varias campañas publicitarias.

Al mundial le faltó magia, de la buena, de la verdadera, de la que hacen los hechiceros del balón; aquellos que sacan de la nada polvos mágicos y convierten un simple deporte de once contra once en el éxtasis total de miles de millones. Los que nos hacen arrodillar de la emoción, maldecir hasta el cansancio y pelear con las señoras. Pelé, Maradona, Messi, Ronaldiño, Platiní, Zidanne…

Por lo visto hasta el momento, no quedan muchas esperanzas de que aparezca un nuevo mago que saque del sombrero cualquier fantasía redonda. Así que nos tocará conformarnos con la precisión de Klose, la picardía de Forlán, la efectividad de Robben y el oportunismo de Villa. Pragmatismo en lugar de virtuosismo.

En términos poéticos, nos queda la opción de leer sólo prosa futbolística expresada en el juego colectivo y práctico, porque los que podían aportar el verso, el poema y la métrica ya terminaron de escribir su historia en el libro de Sudáfrica 2010. Los que podían ponerle una cadencia distinta, una rima diferente; los que podían trazar páginas épicas, así fuera con sus pies, ya están como dice mi amigo Jhon Jaime, viendo el mundial desde la casa.

lunes, 5 de julio de 2010

El mundial desde la casa (25)

DE LOS CUATRO QUE QUEDAN, ME QUEDO CON ALEMANIA
Por Jhon Jaime Osorio

El primer mundial de que tengo un claro recuerdo es el de Argentina 78. Lo vi por televisión, en blanco y negro, cuando apenas tenía 10 años. Nombres de estadios, de equipos y de jugadores se me cruzan en el recuerdo. En tres los que jugaban me despertaron el interés por el fútbol El matador Kempes, el loco Fillol, Rensembrink, Bertoni, Passarella, Luque, el Beto Alonso, Platini, el italiano Bettega, el húngaro Toroszik, Jhony Rep y un francés de apellido Tresor. De los escenarios, me marcó el Gigante de Arroyito. Y de los equipos, me llamaron la atención la llamada “Naranja Mecánica” y el onceno de Alemania Federal, que de entrada le propinó un 6 – 0 a México con el que me conquistó; luego en la ronda semifinal, que se jugaba por grupos, empató en 2 – 2 ante Holanda en el que para mi recuerdo fue el mejor partido de ese mundial. No llegó a la gran final, pero desde ese mundial, gracias a Overath, Müller y Beckenbauerk, Rummenigge, Abramciz y hasta a Berti Vogts (que metió un gol en propio arco que significó la eliminación), siempre he tenido admiración por “el equipo germano”, por ese “onceno teutón”.

Desde entonces, he visto a Alemania como un equipo aguerrido, tranquilo, frío, calculador y eficiente. Un onceno con carácter, mística, espíritu, fuerza, táctica y mucho orden. Lo he definido siempre como un onceno práctico. Esta vez, en Sudáfrica, no es la excepción. Eso sí, a todo lo anterior le agregó una perfecta combinación de talento y juventud, ingredientes que escasearon en este mundial. Es un equipo equilibrado en todas sus líneas: tiene un arquero serio, una defensa sólida, un medio campo de lujo y dos goleadores netos. Su técnico se la jugó con el joven Ozil como reemplazo de su estandarte Michael Ballack, el indiscutible líder del equipo, y descubrió al jugador revelación del mundial. Klose, que era el más discutido por la prensa, les tapó la boca a todos y está a un gol de pasar a la historia. Y como si fuera poco, encontró en Lahm y Schweinsteiger, la pareja de recuperadores del Bayer, la claridad en mitad de terreno.

Alemania es uno de los grandes. Siempre ha sido protagonista, siempre ha sido candidato al título y siempre ha estado en el marcador. Ha jugado siete finales y las cuatro veces que no pudo ser campeón le complicó la final a su rival; tal vez es una nación que se acostumbró en todo, hasta en el fútbol, a vender caras sus derrotas.

Lo de Alemania es lo que realmente se puede llamar “proceso”. A su técnico Joachim Löw, segundo al mando del equipo después de Jürgen Klinsmann en el mundial pasado, le dieron el voto de confianza cuando cayó en la semifinal del mundial realizado hace cuatro años en su país. La fórmula de este exdelantero es sencilla: que Alemania juegue a lo que históricamente siempre ha jugado, con un fútbol de bloque, de fuerza y de orden, pero más ofensivo y adobado con una buena dosis de talento.

No cualquiera le marca cuatro goles a Inglaterra en un mundial; también es escaso el que logra la misma cifra ante Argentina. Si me apuro, puedo decir que también es raro encontrar un onceno que le haga cuatro goles a Australia, de hecho Alemania fue el único que lo consiguió en este mundial. Ahora, conseguir tres veces cuatro anotaciones en un mismo mundial, teniendo en cuenta los rivales mencionados, y considerando que este ha sido el mundial con peor promedio de gol en la historia, sí que es una verdadera hazaña.

Alemania tiene la convicción de que va a ser finalista. Tiene el fútbol de siempre, pero pulido con la técnica y el talento que caraterizó a Surámérica durante tanto tiempo. Ellos quieren jugar como nosotros y tienen tres semifinalistas. Nosotros queremos jugar como ellos, y solo tenemos al que conservó su estilo. El partido de semifinal ante España es la revancha de la final de la Eurocopa. Yo ya lo vi campeón una vez, en el 90, lo he visto siempre como favorito y me gustaría volverlo a ver en una final… por qué no, ante Uruguay.

domingo, 4 de julio de 2010

El mundial desde la casa (24)

URUGUAY Y EL PRESSING
Por Jhon Jaime Osorio

Uruguay es el único suramericano vivo en el mundial. No es el equipo más estético del sur del continente; tampoco es el que mejor espectáculo brinda con la pelota; ni tiene la constelación de estrellas de Brasil o Argentina. Uruguay está en las semifinales gracias a su orden y a su disciplina táctica. Su supervivencia se fundamenta en un concepto que ellos mismos diseñaron hace más de 40 años: el pressing a la pelota. Con ese principio elemental, los dirigidos por el profesor Tabares podrían ser el gran palazo del mundial si mañana martes superan a Holanda.

Su paternidad en el fútbol se le ha atribuido siempre al profesor Ricardo De León, que lo trabajó y lo impuso en el fútbol uruguayo como filosofía del juego en ese país. Tomó un principio básico del baloncesto, que obliga a que la zona defensiva se mueva en bloque y en torno a la ubicación del balón, haciendo siempre presión con dos hombres sobre quien lo tiene, y lo involucró primero en el Defensor Sporting, equipo que sacó campeón, y posteriormente en todo el grupo e entrenadores de la época en ese país.

El “baloncesto con los pies” que propuso De León, requiere de jugadores disciplinados y con mucho sacrificio. Con razón dicen en el sur que equipo uruguayo que no haga pressing es porque tiene muchos argentinos. El pressing a la pelota hace que el equipo que lo practique bien le reduzca todos los espacios posibles a su rival, obligándolo a jugar con mucha rapidez. Es un principio sencillo y muy útil, pero también demasiado exigente. Requiere mucha preparación física, disciplina, humildad, orden y ganas por parte de quienes lo intenten. El Uruguay del mundial tiene los cinco requerimientos. También tiene el cerebro y la experiencia de Forlán y los goles de Suárez, que ha estado enchufado.

Uruguay llegó al mundial por repechaje. En su grupo, estaba tapado por el favoritismo de Francia y México. Poco a poco, con resultados apretados, ha ido escalando. Ante Ghana, en el juego de cuartos de final, protagonizó un verdadero drama que resolvió primero Suárez con una mano en su área que resultó ser un sacrificio demasiado útil y después Abreu con otra de sus locuras.

Ante Holanda, no tendrá a tres de sus baluartes. No estará Suárez por expulsión y tiene dos lesiones que pueden pesar demasiado. Eso sí, tendrá la misma garra de los cinco juegos anteriores y un principio básico, que es su filosofía, el pressing.

Han pasado casi 50 años desde que el pressing comenzó a trabajarse en el fútbol uruguayo. Han pasado 60 después del último título mundial de este país. De los cuatro semifinalistas en Sudáfrica Uruguay es visto como el más débil. Por delante, ante Holanda, hay un sueño por conquistar. Si no llega a la gran final, no importa, porque ya cumplió. Si lo hace, el profesor De León recibirá el mejor homenaje póstumo y la escuela uruguaya reeditará un estilo que a muchos jugadores no les gusta porque los pone a trabajar.

El mundial desde la casa (23)

 A DIEGO LE FALTÓ ESCUELA; A ARGENTINA, HUMILDAD
Por Jhon Jaime Osorio

Parece que no hubieran eliminado a Argentina, sino a Maradona. Hasta para eso, Diego le sirvió a la prensa, a la crítica, a la FIFA y al mundo. Ilusionó a todo un país; a casi todo un continente, pero con la misma facilidad con que marcaba goles magistrales nos desencantó. El mundo entero le cayó porque Alemania le pasó por encima, eso se sabía que iba a pasar; muchas son las voces hoy en su contra, las críticas. Lo cierto es que ante Alemania su equipo se desdibujó, fue muy poco lo que pudo hacer. Maradona no tuvo que empelotarse en el Obelisco porque Alemania le desnudó todo su equipo.

Alemania ganó con categoría, con jerarquía, con goleada. Fue una aplanadora. El gol tempranero de Mueller pesó como una lápida; y aunque es una circunstancia del juego, Argentina no lo pudo asimilar; le tocó empezar el partido perdiendo, hecho que no le había ocurrido en el mundial, demostró que no sabe remontar y se derrumbó como un castillo de naipes. Los albicelestes no tuvieron el poderío en ataque de los partidos anteriores; otra vez el equipo lució sin orden táctico, lo que es culpa de su técnico, tampoco tuvo disciplina, lo que es culpa de los jugadores. Las estrellas que brillaron ante Nigeria, Gracia, Corea y México no brillaron ante su rival de más pergaminos; y eso es culpa del conjunto, técnico y jugadores.

Maradona se equivocó en la convocatoria de algunos, en la alineación de otros y en los cambios; pero ¿cuál técnico no ha cometido errores?, ¿el de Holanda que por poco embolata el juego ante Eslovaquia con sus cambios?, ¿el de Uruguay que dejó en Montevideo al Cebolla porque debía dos fechas de sanción?, ¿o el de Alemania que no supo manejar el partido ante Serbia?, para poner de ejemplo solo a los semifinalistas. Eso sí, en lo que no se equivocó, y eso se lo tendrán que reconocer quienes lo critican es en la filosofía del juego. Su propuesta fue generosa. Fútbol alegre, dinámico, ofensivo y punzante. Horrible en defensa, pero suelto en ataque. Respetó la filosofía del fútbol argentino, con técnica, talento y goles; pero falló en lo estratégico, su equipo fue desordenado y sus decisiones no fueron acertadas.

Hoy queda la imagen de Tévez cual toro de casta que agoniza ante la punzada mortal; la de Di María, con garra y ganas pero sin malicia; la de Messi, sin magia; la de Argentina, con desaciertos pero con “huevos”, como dicen allá. Entre otras, si de eso se trataba, ¿por qué Verón, el que más tiene, no estaba en la cancha? También queda la imagen de un rival muy serio, candidato al título, que desnudó todas las falencias del equipo de Maradona.

Le apostó todo a la motivación y nada a la estrategia. A Diego le falta escuela de técnico. A Messi le faltó fútbol para ser un Maradona. A Argentina le faltó humildad en la cancha. A los argentinos les faltó fe. 20 años, es decir, cinco mundiales, completó Argentina sin semifinales. Se fue Humillado. Recibió su segunda goleada en la historia de los mundiales. Lo cierto es que dentro de cuatro años, seguramente, los argentinos nos harán volver a soñar.

Ah, y ¿dónde quedó el denominado “poderío latinoamericano”? en el fútbol las verdades son de un día.

sábado, 3 de julio de 2010

El mundial desde la casa (22)

DUNGA CON LA DE ÉL, BRASIL SIN LA DE ELLOS
Por Jhon Jaime Osorio

A Brasil le sobró confianza, por eso se fue del mundial. A Ghana le faltó jerarquía, por eso dejó a África sin sueños campeoniles. Los dos equipos que se fueron ayer del mundial tuvieron una circunstancia común: empezaron ganando y no supieron qué hacer con el marcador.

Brasil nos volvió a ilusionar. Nos regaló otros 15 minutos de jogo bonito, de ese fútbol de filigrana y fantasía que no le gusta a su técnico, pero que los jugadores transpiran porque lo han incorporado a lo largo de sus vidas. En cualquier equipo de Brasil siempre será un pecado mortal no tratar bien la pelota, y eso fue lo que hizo la canarinha después del gol de Robinho. Brasil se metió atrás por gusto, no por la presión de Holanda, quiso trabajar el resultado, aguantar un poco, “descansar con la pelota” como dice alguno de mis colegas; pero Brasil no está hecho para eso. Por hacer lo que le gusta a Dunga, terminó cayendo en la provocación, enredado en defensa, desesperado e inseguro. Creyeron que ya estaban en la semifinal y se apearon del mundial.

En días pasados dije que Brasil venía en crecimiento; que cada vez nos regalaba más minuticos de buen fútbol; de toque, de finta, de alegría, de trópico. Ayer decreció y cayó hasta el fondo. Cuando Wesley Sneijder, un jugador de 1,70 metros, marcó de cabeza en el área de Brasil, entre los dos mejores centrales del mundial, entendí que esa caída era libre y que no habría barranco que atajada de ahí para abajo. Brasil le entregó la pelota a Holanda, y los cariocas no saben jugar al fútbol sin ella.

Brasil se fue porque su técnico quiso jugar contra natura, porque prefirió el músculo a la habilidad, porque quiso jugar a lo europeo y no a lo latino. Dunga conformó un equipo a imagen y semejanza del seleccionado del 94, con el que él fue campeón,; pero la historia no se equivoca dos veces.

Hizo falta Elano. Pero también brillaron por su ausencia Ronaldinho, Ganso, Pato, Neymar y algunos más que juegan bien a la pelota, que son flojos para marcar y correr, pero que piensan. Brasil 2010 no tuvo cerebro; ojalá la versión 2014, con la cita orbital en casa, nos regale ese fútbol con el que fueron eliminados en el 82 sin que se generara el drama y la polémica que se desató desde ayer.

Los estilos no son eternos, pero requieren cambios progresivos y lentos. Lo estamos viendo en Alemania, en Holanda y en España; tres semifinalistas que llevan más de ocho años apostándole a cambiar. Uno puede perder, pero con la de uno. Dunga perdió con la de él; pero Brasil perdió con la que no es de ellos.

Túneles y chilenass en África (18)

MURIÓ EL SUEÑO
Por Diego Alonso Sánchez Sánchez
Nos hicieron poner los pies sobre la tierra. Así de sencillo fue, gracias a la eliminación de Brasil, Argentina y Paraguay en los cuartos de final del mundial de Sudáfrica, lo que acabó con los sueños de millones de Latinoamericanos que esperábamos una final entre los dos colosos del continente.

Lo de Argentina era más que previsible. Primero porque es un equipo lleno de estrellas de las más grandes constelaciones, que iluminan los equipos en los que juegan, pero que se apagan y se convierten en pequeñas chispitas Mariposa cuando no hay un sistema que las organice y les asigne funciones. Y Maradona no es precisamente un lucero que alumbre con sus conocimientos futbolísticos. Todos sabemos que es más un motivador que estimula a los jugadores para que salgan a “perrear” como en el barrio. Y fue imposible, pese a su inmenso talento, que la golondrina Messi hiciera verano sola. Contra Alemania, Diego demostró que no sabe planificar un encuentro y que no tiene los conocimientos suficientes para hacer planteamientos tácticos que cambien la historia de un partido.

Además, se encontró con una selección alemana inmensa, de gran talento, con orden, rapidez y un dominio de balón pocas veces visto en los teutones, casi al estilo suramericano. En mi concepto, la gran favorita para alzarse con la copa, por encima de España que no es la misma que se paseó campante por la Eurocopa el año pasado. En la semifinal entre estos dos equipos europeos podría darse la revancha de lo sucedido en 2009.

Lo de Brasil sí sorprende, y duele. La siempre favorita en los mundiales, la del “Jogo Bonito” decepcionó frente a Holanda, un equipo joven, con dinámica, bien parado y con un grupo de jugadores comprometidos. Frente a Brasil, los tulipanes demostraron, como lo hizo Alemania contra Argentina, que tener un grupo de estrellas no es garantía de éxito, que es necesario contar con un técnico estudioso, que planifique los partidos de acuerdo con el rival y que no confíe simplemente en el talento natural de sus jugadores. En eso, Argentina y Brasil cometieron el mismo error y por eso están eliminados de Sudáfrica 2010.

Lo de Paraguay era obvio y natural Los guaraníes son simplemente un equipo aguerrido y con pundonor, que lo deja todo en la cancha, que no da un solo balón por perdido y que demuestra siempre un gran amor propio. Pero de fútbol, poco más bien. Sin importar el gran erro del juez guatemalteco que le invalidó un gol legítimo a Valdez, los suramericanos se limitaron a especular, a defenderse y a esperar el error del contrario. España ganó con justicia porque durante todo el tiempo manejó el balón y, por momentos, mostró ese toque exquisito, ese tiqui taca que tan buenos resultados le ha dado en los últimos años.

En fin, el sueño de una final suramericana se desvaneció. Los europeos demostraron, una vez más, que en nuestras tierras están la picardía y la habilidad, pero que ellos tienen la inteligencia y la planificación que requieren los grandes éxitos. Nos queda Uruguay, aunque siendo sinceros creo que es poco lo que puede hacer frente a una selección holandesa rápida, fuerte y de grandes jugadores como Roben y Van persie. Los charrúas ya hicieron más de lo que muchos esperábamos de ellos, aunque buena sería una nueva sorpresa en este mundial…

jueves, 1 de julio de 2010

El mundial desde la casa (21)

4 EN LOS 8 NO ES ARGUMENTO SUFICIENTE
Por Jhon Jaime Osorio

Suramérica tiene cuatro equipos entre los ocho mejores del mundial. Para muchos, este dato es argumento suficiente para afirmar que esta parte del continente es la gran potencia del fútbol mundial. No lo creo. La afirmación no es totalmente cierta; y el argumento es circunstancial.

Empezaré por lo segundo. El argumento es baladí. Aún teniendo la posibilidad de tener cuatro equipos del Río de la Plata como semifinalistas, el hecho es meramente casual. Hace cuatro años, Europa tuvo cuatro semifinalistas y no por ello arrasó en todas las competencias del fútbol orbital. Ganaron el mundial, el torneo más importante, pero en los torneos de clubes y en los mundiales de las demás categorías no fueron avasallantes. El mundial juvenil del 2007 por ejemplo, lo ganó Argentina, que no es europeo, y el del año pasado lo ganó Ghana, que tampoco lo es. En el 2006, Europa fue el mejor continente en el mundial de mayores; este año, lo es Suramérica. Solo eso.

Algunos colegas de este lado del Atlántico, llevados por la emocionalidad unos, y por las posibilidades económicas que ofrece la clasificación de una selección nacional a la cita orbital, otros, han tomado la bandera en estos días para reclamar más cupos mundialistas para Suramérica, según ellos, la gran potencia futbolística hoy por hoy. Hace cuatro años no le dieron más a Europa ni hace ocho le ampliaron el cupo a los asiáticos por haber sido semifinalistas con Corea. Suramérica tiene una eliminatoria con 10 equipos de los que clasifican 4 directamente y uno va al repechaje. Como quien dice, el 45% de sus países va a la copa mundo. En Europa jugaron la eliminatoria 53 países y clasificaron 17, el 32% del continente; y en África 53 equipos compitieron por cinco plazas, más la del local que va por derecho propio, es decir, que el 11%. Proporcionalmente somos el área geográfica con mayor número de cupos.

Ahora vamos a la afirmación. También es exagerada. No es Suramérica la gran potencia mundial. Ni siquiera por sus resultados en los mundiales. Tal vez lo sea el Río de la Plata, por ahí de pronto la aseveración tenga validez. De los 10 equipos que juegan la eliminatoria suramericana, Brasil, Argentina y Uruguay han sido campeones, y eso que Uruguay lo fue hace rato. De los otros 7, Chile registra un tercer lugar en su propia casa en 1962 y Perú un séptimo lugar en el mundial del 70. Para no llamarnos a engaños, Paraguay, Ecuador, Colombia, Bolivia y Venezuela (la mitad de esta parte del continente) no han sido equipos representativos en los mundiales. En otras palabras, Brasil y Argentina son las grandes potencias del fútbol mundial, los otros países del área, no.

La posibilidad de tener cuatro semifinalistas suramericanos en Sudáfrica 2010 existe; es viable. Si se da, tendremos fiesta; como la tuvo Europa hace cuatro años. La posibilidad de que los cuatro se queden por fuera también existe. Si se da, sería lamentable, tendremos duelo. Así es el fútbol, como la vida, una montaña rusa, en la que hay que aprender a estar arriba con mesura, y a caer, sin tragedias.