Powered By Blogger

domingo, 27 de junio de 2010

El mundial desde la casa (16)

UN GANA – GANA LO DE GHANA
Por Jhon Jaime Osorio

El fútbol nos permitió nuevamente ver las desigualdades humanas invertidas en su relación: Ghana, uno de los países más pobres del mundo superó en una cancha de fútbol a Estados Unidos, la gran potencia mundial. Lo hizo en tiempo extra simplemente para que esa felicidad no fuera de 90 sino de 120 minutos. Una lección de alegría y de superación para los países subdesarrollados, o “en vía de desarrollo”, para utilizar el eufemismo de la ONU. Fue momentáneo, pero reivindicó a la pobreza como fuente de alegría.

Ganó Ghana y se ganó por ambos lados: por el del fútbol y por el del mundial. La presencia de un equipo africano entre los ocho mejores del mundo es la mejor noticia que pudo recibir el continente negro como sede del tercer mundial del siglo. La tristeza por la eliminación tempranera de cinco de sus seis representantes había llevado el calor humano de los anfitriones a temperaturas similares a las que han caracterizado climáticamente la realización el certamen orbital, pero ganó Ghana y la temperatura subió.

Ganó el fútbol por varias razones. En primer lugar, por la victoria de un equipo no favorito, lo que refresca un poco y demuestra renovación. En segundo lugar, por el estilo exhibido por los ghaneses: velocidad, fuerza y técnica; sobre todo esto último, luego de que durante dos semanas se criticara la falta de consistencia táctica del fútbol aficano. En tercer lugar, por la victoria de un equipo que en preparación no se gastó el 10% de lo que invirtió su rival. Una vez más se demostró que el fútbol no se gana con grandes cantidades, sino con cantidades bien invertidas.

Ghana no es un desconocido en el fútbol, pues recién ganó el campeonato mundial sub 20, obtuvo el bronce en los olímpicos y ha ganado en dos ocasiones el mundial sub 17. Además, sus jugadores han inundado Europa gracias a un principio básico de mercado: mano de obra barata y de buena calidad. Muntari juega en el Inter, su goleador Gyan en el Rennes de Francia, Adiyiah en el Milán, Boateng en el Portmouth, Ayew en el Marsella, Asamoah en el Udinese y su arquero Kingston en el Wigan para mencionar sólo algunos ejemplos. Alemania, Noruega, Suiza y Holanda también se alimentan de sus jugadores.

Ghana está reivindicando el fútbol negro, el de los países más pobres del mundo, el de los nombres, los peinados, los colores y las figuras tropicales y exóticas; está reeditando la hazaña de Camerún en 1990 y de Senegal en el 2002, al avanzar hasta los cuartos de final. Hoy, Ghana es la gran sorpresa del mundial, pero podría convertirse en el palazo si supera a Uruguay. Lo mejor de todo es que su fútbol todavía es silvestre. Con Ghana, el mundial gana, y gana mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario