El mundial desde la casa (2)

MESSI SÍ, MARADONA NO
Por Jhon Jaime Osorio

No me gustó Argentina. Dejó muchas dudas defensivas, le faltaron recursos tácticos, no tuvo certeza para definir y reflejó en la cancha la falta de claridad que tiene Maradona como técnico. Eso sí, reconozco que me fascinó el fútbol de Messi, del que destaco su arte, su astucia, su velocidad, su desparpajo y su malicia. Iba a decir “picardía”, pero ya el tema electoral desvirtuó este sustantivo.

Messi hace lo impredecible y coloca el picante en el anunciado juego de los argentinos. “La pulga” se gana en la cancha los pantallazos que su técnico quiere robarse con sus constantes movimientos y expresiones en la línea. Messi puso la magia, mientras Maradona intentaba poner el show fuera del escenario.

La sombra del técnico no pudo opacar el brillo del jugador. Los aficionados argentinos vivieron el juego con angustia y sufrimiento por culpa de su selección, y a la vez degustaban las pinceladas de fantasía que les regalaba su ídolo.

Messi no es un 10 que piense, ponga pausa y distribuya juego. Es un volante moderno que tiene la velocidad del atleta, el exquisito dominio de pelota de un crack de barrio, la inteligencia de los clásicos genios del fútbol y la explosividad de un viejo puntero de raya. No tiene biotipo y es intermitente, pero es diferente porque derrama fútbol. Argentina no es el gran equipo que nos pintaron, tiene laterales débiles, un arquero que deja dudas, un central demasiado lento y unos delanteros egoístas y sin definición.

Argentina es un equipo raro, se da el lujo de tener un genio y no jugar para él; aunque él trate siempre de jugar para todos. Como jugador Messi es escaso, único. Como equipo, Argentina es uno más, común, inestable.

Es claro que Messi no es el Maradona del siglo XXI. También es claro que Diego Armando no puede escudar su incompetencia como técnico en lo que le regaló al fútbol en el siglo XX. Compararlos como jugadores es inútil, entre el uno y el otro hay dos épocas, dos estilos de fútbol y 20 años de diferencia. A Maradona lo arropaban, a Lionel lo dejan solo. Sin embargo, todos soñamos con que Messi nos regale en este mundial un gol de esos maradonianos, dejando un reguero de rivales en toda la cancha. Sólo Messi puede repetir esas genialidades, en una versión moderna.

No me gustó Argentina porque no me gusta Maradona como técnico, pero le doy gracias al fútbol por tener a Messi como jugador, y le doy gracias a Messi por darnos motivos para seguir hablando de fútbol. Hoy Lionel nos alegró el mundial, Argentina nos dejó tristes.