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miércoles, 16 de junio de 2010

El mundial desde la casa (6)

EL LIBRO DE POLYA PARA EL TÉCNICO DE ESPAÑA
Por Jhon Jaime Osorio

Qué mejor que un palazo como el de Suiza para terminar con el aletargado mundial que estábamos viendo. Este pequeño país sin mucho cartel en los mundiales, sin pergaminos en el fútbol europeo dio la gran sorpresa justo cuando veíamos debutar a los últimos 2 de los 32 equipos. El equipo helvético jugó un fútbol que tuvo la precisión de sus relojes, el orden de sus bancos y la tranquilidad de sus lagos; y a su rival, España, le dejó el amargo sabor de sus chocolates.

Vimos al último equipo que todos esperábamos, España: el campeón de la Eurocopa, el favorito en todas las apuestas, el de las 10 victorias consecutivas en la eliminatoria, la furia roja, el equipo que vale 385 millones de Euros... qué va, el mismo España de todos los mundiales. Es el mismo equipo alegre, folclórico, ofensivo y de buen trato a la pelota que nos hizo soñar en el 86, en el 94 y en el 2002; pero es la misma selección que no resuelve, que carece de potencia, de determinación, de gol, de definición, de lo que los locutores llaman “punch”, y sobre todo, de convicción. Esta España de hoy es la España de los mundiales.

Esta selección siempre ha terminado en medio de fracasos y acusaciones. Ojalá ésta no sea la excepción, pero el inicio de hoy apunta a repetir la historia. Desde que consiguió el cuarto puesto en 1950 no ha logrado superar los cuartos de final. La selección española de este mundial, como las de los 11 mundiales anteriores a los que ha asistido, tiene la pelota pero ataca como puede, no tiene eficacia, no se sale del libreto ofensivo con jugadas repetitivas, reparte mal los espacios para sus atacantes, le coquetea los 90 minutos al arco contrario y no concreta las opciones. En los mundiales, España sufre de impotencia.

El matemático húngaro George Polya escribió en 1945 un práctico libro que tituló How to solve it, que fue traducido al español con el título Cómo plantear y resolver problemas. En este texto, el maestro de la heurística y del razonamiento inductivo deja claro un básico principio que le caería de perlas al profesor Del Bosque y a sus dirigidos: “un problema tiene múltiples soluciones”. ¿Cómo es posible que un equipo se repita en su absolutamente todas sus jugadas ofensivas con la fórmula de tratar de ganar la línea, por la izquierda en el primer tiempo y por la derecha en el segundo, para tirar el centro en búsqueda de un definidor de área que no tiene? El único con esas características era Raúl, y ya sabemos que no está por decisión del técnico actual.

Lo de hoy es apenas el debut. Seguramente el favoritismo les pesó demasiado a los españoles. Como también la historia. En 8 días tal vez todo pueda cambiar. Ese es el encanto del fútbol. Por lo pronto, prestemos el bombo de Manolo y entonemos el estribillo que retumbó hoy al son de vuvucelas: “¡palo, palo, palo, palo bonito palo eh; eh, eh, eh, palo bonito SUIZA es!”.

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